El vínculo entre los estados hiperglucémicos y la demencia, nuevos hallazgos
Una reciente investigación, publicada en Diabetes, Obesity and Metabolism, sugiere que los niveles elevados de azúcar en sangre (no solo diabetes, sino también prediabetes) parecen vincularse a un mayor riesgo de sufrir deterioro cognitivo y demencia.
Por el contrario, los autores del estudio, investigadores de University College London y London School of Hygiene & Tropical Medicine, señalaron que los niveles más bajos de azúcar en sangre pueden ser beneficiosos para la salud cerebral.
También resaltaron que las asociaciones entre la hiperglucemia y la demencia vascular fueron las más fuertes, en comparación con otras formas de demencia y enfermedad de Alzheimer. Además, destacaron como factor en esta relación a la medicación antihipertensiva.
Si bien desde hace mucho tiempo se sabe que la diabetes diagnosticada es, por varias razones complejas que aún no se comprenden por completo, una afección vinculada a una peor salud cerebral durante la vejez, los expertos señalan que lo relevante de este estudio fue que se pudo probar que cualquier elevación sostenida en los niveles de azúcar en sangre (como es el caso de la prediabetes) puede ser peligrosa para la salud cerebral.
Incluso se cree que las personas con prediabetes pueden tener un mayor riesgo a largo plazo que aquellos que han sido diagnosticados con diabetes, debido a que tienen niveles de azúcar en sangre que son problemáticos, pero no están controlados ni reciben la atención terapéutica correspondiente.
¿Por qué ocurre esto? Aún no hay una respuesta clara, pero se cree que los niveles elevados de glucosa en sangre, incluso los que son episódicos y no crónicos, hacen que los metabolitos del azúcar se acumulen en las células cerebrales, lo que resulta en una inflamación sistémica y en daños sobre las membranas celulares.
Estrategias para controlar los niveles de azúcar
Esta investigación aporta nueva evidencia sobre la importancia de monitorear los niveles de azúcar en sangre para poder intervenir en etapas tempranas y prevenir daños en el cerebro, que en ocasiones pueden ser irreversibles. Para controlar los niveles de azúcar en sangre, los expertos recomiendan:
Mantener un peso saludable
El sobrepeso, especialmente cuando se distribuye en la zona abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Los especialistas aconsejan perder entre 5 y 10% del sobrepeso, no recuperarlo y mantenerlo a largo plazo. Esto también puede proveer protección contra otros tipos de problemas de salud.
Tener una alimentación saludable
Comer los alimentos adecuados es útil para controlar el nivel de glucosa en sangre y ayudar a perder el exceso de peso. Entre las mejores opciones se encuentran:
- Frutas y vegetales: cítricos, frutos del bosque, manzanas, piñas, uvas, kiwis, vegetales de hoja verde, como acelga, espinaca, brócoli o kale y demás opciones sin almidón.
- Fibra: hierbas y especias, como cilantro u orégano, legumbres, como lentejas, guisantes, cacahuates, y porotos, o frutas y cereales.
- Grasas saludables: pescados, como atún, caballa, salmón, sardina y trucha, semillas o aceite de linaza, frutos secos, semillas de chía, aceites de canola, oliva o soya, y aguacate.
De la misma forma que algunos alimentos son beneficiosos para prevenir la diabetes, otros pueden favorecer su aparición o empeorarla. Es aconsejable eliminar de la dieta:
- Azúcares añadidos (que suelen estar presentes en alimentos procesados).
- Productos refinados, como harina o arroz blanco.
- Refrescos, sodas o jugos industriales.
- Carne roja, especialmente las procesadas, y embutidos.
Hacer ejercicio
La actividad física cumple una doble función, ya que aumenta el consumo de glucosa por parte del organismo, y, estimula las fibras musculares, favoreciendo el transporte de azúcar al interior de las células. Aunque todo tipo de movimiento se muestra positivo en la prevención de la diabetes tipo 2, los mayores beneficios se ven en actividades de intensidad por lo menos moderada.
Evitar el consumo de tabaco
La nicotina y ciertas sustancias químicas que se hallan en los cigarrillos dañan a las células, causan inflamación, afectan la respuesta a la insulina y aumentan el riesgo de incrementar la grasa abdominal, todos factores de riesgo de la diabetes tipo 2.
Fuentes consultadas: Asociación Estadounidense para la Diabetes, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Diabetes, Obesity and Metabolism, Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales.
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