Consecuencias de ignorar el dolor de espalda
El dolor de espalda es una de las afecciones más comunes en la actualidad.
Se estima que afecta a 8 de cada 10 personas de todas las edades y estilos de vida. Si bien suele ser un problema temporal y leve, la falta de atención o ignorarlo cuando es crónico puede derivar en complicaciones de salud.
Problemas musculares, óseos y articulares
- El dolor crónico puede generar atrofia muscular por desuso, debilitando la zona afectada y aumentando la susceptibilidad a sufrir nuevas lesiones.
- Ciertas afecciones óseas, como la osteoporosis (una enfermedad que debilita los huesos) puede verse intensificada por la falta de actividad física asociada al dolor de espalda.
- La artrosis, el desgaste del cartílago articular, puede avanzar con mayor rapidez en personas con dolor de espalda crónico.
Impacto en el sistema nervioso
Un dolo persistente en la espalda puede indicar la presencia de otros problemas, como hernia discal o estenosis espinal. Estas afecciones que comprimen los nervios y generan:
- Ciática: dolor, entumecimiento y hormigueo en la pierna.
- Neuralgia: dolor punzante y ardor a lo largo del nervio afectado.
- Deterioro neurológico: en casos graves, la compresión nerviosa prolongada puede causar daño permanente.
Repercusiones psicológicas
Los expertos advierten que el dolor constante puede afectar el estado de ánimo, la autoestima y la calidad del sueño, conduciendo en muchos casos a la depresión o ansiedad.
Otro aspecto en el que puede impactar es en las relaciones interpersonales, dado que el dolor crónico puede limitar la participación en actividades sociales y laborales, generando aislamiento y soledad.
Otras complicaciones
Además de los problemas ya mencionados, un dolor de espalda crónico que no se trata puede derivar en otras afecciones para la salud, como:
- Problemas digestivos: la tensión muscular y el estrés asociado al dolor pueden afectar el sistema digestivo, causando estreñimiento o dispepsia.
- Fatiga crónica: el dolor persistente puede impedir un descanso adecuado, provocando fatiga y somnolencia diurna.
- Aumento del riesgo de caídas: la debilidad muscular y la alteración del equilibrio pueden aumentar la probabilidad de sufrir caídas, especialmente en personas mayores.
¿Qué puedes hacer?
Ignorar un dolor de espalda persistente puede tener graves consecuencias en la salud física y mental. Por ello, es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado, especialmente si:
- El dolor está acompañado de entumecimiento y hormigueo, problemas para orinar, debilidad en las piernas, fiebre o pérdida de peso no intencional
- Es muy fuerte y no mejora aun después de tomar medicamentos
- Ocurre después de caerse o lesionarse
El tratamiento recomendado dependerá del tipo de dolor que tengas y de aquello que lo esté causando. Generalmente, incluye usar compresas frías o calientes, tomar medicamentos, recibir inyecciones, tratamientos complementarios y, en casos graves, cirugía.
Otros aspectos pueden ser de ayuda contra el dolor de espalda:
- Realizar ejercicio: la actividad física regular, adaptada a la condición individual, fortalece la musculatura y mejora la flexibilidad.
- Recurrir a la fisioterapia: un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios específicos para fortalecer la espalda y aliviar el dolor.
- Controlar los niveles de estrés: técnicas como la meditación, el yoga o la respiración consciente pueden ayudar a reducir la tensión muscular y el estrés.
- Mantener hábitos saludables: mantener un peso adecuado, una buena postura y una alimentación equilibrada son medidas importantes para prevenir el dolor de espalda.
Recuerda, el dolor de espalda no es inevitable, si recibes una atención médica adecuada, cumples con medidas de autocuidado y hábitos saludables, puedes prevenir o controlar el dolor y disfrutar de una vida plena y activa.
Fuentes consultadas: MedlinePlus, National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases.
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