¿Puede tu propia sangre mejorar tus articulaciones?
La osteoartritis, una de las formas más comunes de la artritis, afecta a cerca de 500 millones de personas a nivel mundial, una prevalencia que está en aumento, a medida que la población envejece.
Las alternativas de tratamientos se han centrado históricamente en controlar los síntomas de la artritis, en especial con medicamentos antiinflamatorios, y en prevenir su progresión con acciones como cambios nutricionales, ejercicio y fisioterapia.
En la última década, la investigación científica ha estado buscando terapias que modifiquen la enfermedad de forma tal que realmente se detenga.
Una de las más recientes es la inyección de plasma enriquecido con plaquetas, un producto biológico que se obtiene a través del proceso de centrifugación de sangre completa del propio paciente, y sobre el cual hay opiniones divididas.
La administración local de PRP estimula una respuesta inmunológica e inflamatoria para complementar la curación fisiológica mediante la liberación de factores de crecimiento y citoquinas.
La inyección se aplica directamente en la articulación afectada, y la meta final es reparar el cartílago dañado. No hay mayores efectos secundarios, y al utilizarse la misma sangre del paciente no hay peligro de una reacción autoinmune.
Las inyecciones se pueden realizar en un procedimiento de consultorio de 30 minutos y se usan más comúnmente para problemas de rodilla, hombro, pie, tobillo y codo.
Sin embargo, según una publicación de Harvard, los resultados de la investigación sobre las inyecciones de plasma son mixtos, y al parecer, algunas han comprobado que esta terapia no es tan eficaz para tres de las afecciones para las que habitualmente se utiliza: osteoartritis de la rodilla, tobillo y tendinitis del tendón de Aquiles.
Qué es la osteoartritis
La osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones en la que los tejidos de la articulación afectada se deterioran con el tiempo. Es más común en las personas mayores.
Por lo general, las personas con osteoartritis tienen dolor en las articulaciones y, después de descansar, rigidez (incapacidad para moverse con facilidad) durante un período corto de tiempo. Las articulaciones que se ven afectadas con más frecuencia incluyen:
- las manos (en la base y los extremos de los pulgares y en los extremos de los demás dedos),
- las rodillas,
- las caderas,
- el cuello,
- la espalda baja.
La osteoartritis afecta a cada persona de manera diferente. Para algunas personas, la enfermedad no interfiere con sus actividades cotidianas, mientras que, en el caso de otras, causa un grado considerable de dolor e incapacidad.
Hay estudios en curso para profundizar en el tratamiento con inyecciones de plasma enriquecido y lo mejor ante un diagnóstico de osteoartritis es hablar con el médico sobre las opciones terapéuticas.
Fuentes consultadas: Harvard Publishing, American Orthopaedic Society for Sports Medicine, estudios científicos.
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