Carrie Fisher, ¿se podría haber salvado del ataque cardíaco?
La actriz que diera vida a la Princesa leia en Star Wars, Carrie Fisher, murió a los 60 años después de sufrir un ataque cardíaco el día 27 de diciembre, según un comunicado de la familia.
Fisher estaba internada en un centro médico en Los Ángeles tras sufrir un paro cardíaco el pasado viernes 23 de diciembre mientras volaba de Londres a la ciudad californiana. El evento le sobrevino minutos antes del aterrizaje y desde ese momento hasta su deceso, permanecía hospitalizada.
¿Es posible prever un evento cardíaco de este tipo? La investigación reciente afirma que sí. Un paro cardíaco súbito puede no ser tan repentino como los médicos han pensado, según un estudio de 2015.
Aproximadamente la mitad de los pacientes con un paro cardíaco experimentan signos de advertencia reveladores de que su corazón está en peligro de detenerse en el mes anterior a su ataque, sugieren los nuevos resultados de un estudio estadounidense.
Estos síntomas pueden incluir cualquier combinación de dolor en el pecho y presión, dificultad para respirar, palpitaciones cardíacas y sensaciones parecidas a la gripe (como náuseas, dolor de espalda y/o dolor abdominal).
El problema es que menos de 1 de cada 5 de las personas que experimentan estos síntomas realmente recurren a la asistencia médica de emergencia.
"La mayoría de las personas que tienen un paro cardíaco repentino no saldrán con vida", advirtió el coautor del estudio Dr. Sumeet Chugh, director asociado del Heart Institute y director del Heart Rhythm Center en el Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles. "Esta es la enfermedad cardiaca definitiva, donde uno muere dentro de 10 minutos y menos del 10 por ciento realmente sobreviven", dijo.
"Durante años hemos pensado que este es un proceso muy repentino", agregó Chugh. "Pero con este estudio descubrimos inesperadamente que al menos la mitad de los pacientes tenían algunas señales de advertencia en las semanas anteriores, y esto es importante, porque aquéllos que reaccionan contándole a sus seres queridos o llamando al 911, tienen cinco veces más de posibilidades de vivir. Así, esto puede abrir un nuevo paradigma en cuanto a cómo podemos ser capaces de cortar este problema antes de que un paro cardíaco suceda, o evitar que suceda.
Un paro cardíaco ocurre cuando la actividad eléctrica del corazón falla y el corazón deja de funcionar, mientras que el ataque cardíaco es el bloqueo de las válvulas que llevan la sangre al corazón.
Más de la mitad de todas las muertes relacionadas con el corazón en Estados Unidos se producen como resultado de un paro cardíaco, que causa la muerte de 350,000 personas cada año, señalaron los autores del estudio.
"No es que todo el mundo con dolor en el pecho va a tener un paro cardiaco. Podría ser demasiado ejercicio o ardor de estómago" dijeron los investigadores, pero agregaron que para las personas con antecedentes de enfermedad cardíaca, es más probable que estos síntomas señalen un problema real. Y por último, remarcaron que estas señales no deben ser ignoradas por las personas ni por los profesionales de salud.
Cómo evitar los paros cardíacos súbitos
Los pacientes con antecedentes de problemas cardíacos que corren riesgo de padecer un paro cardíaco súbito (PCS) deben estar bajo supervisión médica.
Las personas que ya han sufrido un PCS tienen un mayor riesgo de padecer otro. Pueden ser tratados con medicamentos antiarrítmicos o un desfribrilador cardioversor implantable (DCI), un aparto que administra impulsos eléctricos o, de ser necesaria una descarga, para restablecer el ritmo cardíaco normal.
En algunos casos puede realizarse una angioplastía con balón o un bypass coronario para evitar el daño cardíaco que puede causar arritmias y un paro cardíaco súbito, informa el Instituto del Corazón de Texas.
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