Día Mundial del Corazón: qué puedes hacer para cuidarlo
Desde el año 2.000, cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón.
Este años el lema es "Usa el corazón para cada corazón". Bajo esta premisa, los promotores de este evento buscan que en el mundo se use el corazón de la mejor forma para uno mismo, el resto de la sociedad y la naturaleza.
El Día Mundial del Corazón es un evento que se realiza por decisión de la Federación Mundial del Corazón, con apoyo de la Organización Mundial de la salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Tiene como objetivo concienciar sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Se estima que cada año se cobran alrededor de 18 millones de vidas. Estas enfermedades constituyen un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos que incluyen:
- Arteriopatías periféricas: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores.
- Cardiopatías congénitas: malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento.
- Cardiopatías coronarias: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardíaco.
- Cardiopatías reumáticas: lesiones del músculo cardíaco y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos.
- Enfermedades cerebrovasculares: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
- Trombosis venosas profundas y embolias pulmonares: coágulos de sangre (trombos) en las venas de las piernas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.
Más de cuatro de cada cinco defunciones por enfermedades cardiovasculares se deben a cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, y una tercera parte de esas defunciones ocurren prematuramente en personas menores de 70 años.
¿Qué pone en peligro al corazón?
Existen factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares bien conocidos, como el sedentarismo, dietas poco o nada nutritivas, o el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Esto repercute sobre la salud del corazón, entre otras cosas, por los efectos que tiene sobre los niveles de presión arterial, azúcar en sangre, y colesterol y triglicéridos. Sin embargo, es común que se pasen por alto otros factores que también pueden ser dañinos para el corazón:
- Altos niveles de estrés.
- Hacer mucho ejercicio de alta intensidad.
- Mala salud bucal.
- Problemas de pareja o matrimoniales.
- Roncar o tener problemas para dormir.
- Tener horarios de trabajo irregulares o nocturnos.
- Tener menopausia precoz.
Las autoridades sanitarias resaltan que, a pesar de su incidencia, las enfermedades cardiovasculares son afecciones prevenibles. Para ello, es importante reconocer las señales de advertencia y recibir atención médica cuanto antes.
Si bien el signo más común es el dolor repentino en el pecho, existen otros síntomas que no debes ignorar:
- Ansiedad.
- Dolor en la parte superior del cuerpo (en ambos brazos, espalda, cuello, mandíbula o estómago.).
- Falta de aliento.
- Falta de energía.
- Problemas para respirar.
- Sudor frío, náuseas y mareos.
Qué puedes hacer para cuidar tu corazón
Adoptar un estilo de vida saludable sigue siendo la mejor forma de proteger la salud de nuestro corazón. Los expertos destacan ciertos puntos:
Alimentación
Una dieta equilibrada y sostenible es un pilar clave del estilo de vida saludable que se recomienda para cuidar la salud del corazón. Los expertos señalan que este tipo de alimentación debe incluir alrededor de 5 porciones de frutas y vegetales por día, especialmente las de color verde oscuro, anaranjado intenso o amarillo.
También es importante incorporar en la alimentación diaria granos enteros, ricos en fibra y nutrientes, como avena, pan de trigo y arroz integral, así como frutos secos y legumbres. Otro aspecto fundamental es el pescado azul (rico en ácidos grasos omega 3), como atún, salmón, caballa, trucha o sardina.
Por el contrario, se deben limitar o evitar los alimentos ultraprocesados, como bebidas azucaradas (energizantes, jugos industriales, o refrescos), dulces, embutidos, hamburguesas, pizzas, productos enlatados, o sándwiches.
Otro aspecto que suele generar confusión es el de las grasas. Las grasas saturadas, que comúnmente se encuentran en la mantequilla, embutidos, y otros productos ultraprocesados, aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, esto no significa que se deben eliminar todas las grasas de la dieta, por el contrario, las grasas son una parte fundamental de la alimentación. Lo que debe hacerse es elegir aquellas que son saludables, como las mono y polinsaturadas, que podemos hallar en pescados, frutos secos, semillas, aceites, como el de oliva o canola, o aguacates, entre otras opciones.
Finalmente, mantén el consumo de alcohol dentro de los límites recomendados por los expertos: hasta 2 tragos diarios para los hombres y 1 para las mujeres. Un trago equivale aproximadamente a un vaso de cerveza, una copa de vino o una medida de bebida destilada.
La diferencia entre sexos parte de que los hombres poseen más agua en el cuerpo, por lo tanto, si bebieran la misma cantidad, la concentración de alcohol en sangre para la mujer tendería a ser mayor.
Ejercicio
Las autoridades sanitarias señalan que el ejercicio es muy beneficioso para las personas con enfermedades cardiovasculares, ya que ayuda a fortalecer el músculo cardíaco y a mejorar el flujo sanguíneo por todo el cuerpo.
Los especialistas solían recomendar realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada cinco veces por semana, o hacer 75 minutos de actividad física intensa a lo largo de la semana.
Sin embargo, en un intento por combatir el sedentarismo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) decidió hace unos años actualizar las pautas de actividad física.
Por lo tanto, el ejercicio ya no tiene que durar al menos 10 minutos para ser beneficioso, cualquier movimiento es importante para la salud independientemente de su duración. La nueva idea es que cada esfuerzo de la actividad cuenta, incluso si son solo dos minutos a la vez.
Las nuevas pautas demuestran que todos pueden mejorar su salud simplemente moviéndose, en cualquier momento, en cualquier lugar y por cualquier medio. Con ello se busca eliminar los obstáculos habituales que impiden que las personas hagan del ejercicio una parte regular de su rutina, como el alto precio de los gimnasios, no tener suficiente tiempo o simplemente la falta de habilidades y motivación.
No fumar o dejar el hábito
Fumar es una de las principales causas de las enfermedades cardiovasculares, y lo cierto es que tan pronto como se abandona este hábito comienzan a verse los beneficios, se estima que:
- Tras dejar de fumar, mejora sustancialmente la respiración y los niveles de energía.
- A los dos años de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce significativamente.
- A los 15 años de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad cardiovascular se reduce al punto tal, que es similar al de una persona no fumadora.
Las autoridades sanitarias aseguran que sin importar la edad o el tiempo que se lleva fumando, al dejarlo mejora la salud. Si tienes problemas para dejar de fumar es importante que recurras a centros de atención o a profesionales que ofrecen programas para abandonar el tabaco.
Otros consejos
Dormir correctamente es muy importante para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Cuando duermes menos de 6 horas en la noche, aumentas tu riesgo de tener presión arterial y colesterol más altos. Además, se incrementan las probabilidades de tener sobrepeso y diabetes, factores que en conjunto dañan tu corazón. Lo ideal para un adulto es dormir entre 7 y 9 horas.
Otro aspecto que no se debe descuidar son los niveles de estrés. Existe evidencia científica que muestra que el estrés puede elevar los niveles de presión arterial y colesterol, y así predisponer el cuerpo a sufrir enfermedades cardiovasculares. Es clave reconocer los desencadenantes del estrés y ocuparse de ellos para prevenir este problema.
Además de seguir los consejos anteriores, es importante someterse a chequeos médicos regularmente. Esto ayudará a identificar cualquier problema que pase desapercibido, y tratarlo a tiempo, reduciendo el riesgo de complicaciones.
Fuentes consultadas: Asociación Estadounidense del Corazón, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Federación Mundial del Corazón, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Organización Mundial de la Salud (OMS) Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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