Cuando la neuropatía diabética afecta a las piernas y pies
Cerca del 50% de personas con diabetes mellitus presentan algún tipo de neuropatía diabética, es decir algún tipo de daño a los nervios.
Los tipos de nervios que pueden dañarse son sensitivos, motores o autonómicos, (los que interactúan con el sistema cardiaco, gastrointestinal o urinario para regular sus funciones).
¿Cómo puedes darte cuenta si tienes algún tipo de daño en los nervios de las piernas?
Depende de qué tipo de nervio se haya dañado, pero en general se pueden agrupar los síntomas de la siguiente manera:
-Puedes sentir las piernas dormidas, con dificultad para moverlas, al caminar te sientes inestable, te cuesta trabajo mantener el equilibrio o incluso optas por tener un apoyo extra con las manos.
-Puedes sentir hormigueo en las piernas, como cuando te sientas en una mala posición, te vuelves muy sensible al tacto, puede que incluso la ropa te llegue a molestar o sientes punzadas en las piernas.
-Sientes debilidad en las piernas, te tropiezas fácilmente, cada vez más te cuesta trabajo subir y bajar escaleras e incluso se te hace difícil levantarte.
Cuando se daña la sensibilidad térmica, el dolor o el equilibrio puede suceder que una persona tenga heridas y no se dé cuenta.
Al no darse cuenta no tiene el manejo y tratamiento adecuados, por lo que la herida puede infectarse y al final llevar a algo que comúnmente conocemos como pie diabético.
Manejo clínico integral
Para poder dar un manejo adecuado es necesario saber qué tan afectada está la función de las piernas.
Esto se puede averiguar si te realizan un examen físico y con exámenes de laboratorio que el médico puede solicitar. Un manejo integral puede incluir el uso de medicamentos para el dolor, el realizar rehabilitación física y ocupacional y por supuesto un adecuado control de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre.
Recomendaciones generales
Es importante mantenerse activos, realizar ejercicio, siempre tomando en cuenta las limitaciones que puedan existir como evitar ejercicio al aire libre en climas fríos por riesgo a tener quemaduras por frío, o en climas muy calurosos por riesgo a tener un choque de calor.
Hay que tener especial cuidado con la higiene de los pies, revisarlos todos los días buscando si hay o no alguna herida, cortarse las uñas, buscar datos de infección, pie de atleta, hongos en las uñas y usar el calzado adecuado.
Lo recomendable si se tiene diabetes es acudir con un ortopedista para que te oriente en este aspecto. O acude con tu médico, quien puede orientarte sobre qué se debe hacer para mantener tu salud.
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