¿Se puede prevenir el daño renal que causa la diabetes?
Las personas con diabetes deben llevar un seguimiento con su médico para saber cuál es su estado general de salud y detectar de forma temprana posibles complicaciones, entre ellas la nefropatía diabética.
¿Qué es la nefropatía diabética?
La nefropatía diabética es el daño a los riñones como consecuencia de los altos niveles de glucosa o “azúcar”en sangre. Es una de esas complicaciones que deben detectarse de forma temprana.
Riesgos
Cuando no se detecta a tiempo y la diabetes no se controla adecuadamente, el daño a los riñones puede ser tan severo que fallan y para sustituir su trabajo las personas deben realizarse diálisis.
Función de los riñones
Los riñones son un órgano vital, usualmente sólo los asociamos con el desecho de toxinas que se producen dentro de nuestro cuerpo, pero hacen mucho más que eso.
Los riñones son los encargados de mantener al cuerpo adecuadamente hidratado, son los encargados de crear hormonas que ayudan a producir los glóbulos rojos que circulan en la sangre e incluso ayudan a controlar la presión arterial (una función que normalmente sólo asociamos con el corazón).
Es debido a la gran cantidad de funciones que tienen que es importante mantenerlos funcionando adecuadamente.
¿Qué puede pasar si la diabetes no se controla?
Los niveles de glucosa elevados, característicos de las personas con diabetes mellitus, causan daño en una estructura de los riñones llamada glomérulos. Esta estructura es la que se encarga de filtrar y limpiar la sangre.
El daño renal causa aumento de la presión e inflamación dentro de la estructura y en los vasos sanguíneos que se encuentran dentro de ella.
Si los vasos sanguíneos se obstruyen, lo que sucede es que va a pasar menos sangre, más allá de la obstrucción y la parte antes de la obstrucción se va a “inflar”, por decirlo así.
Precisamente lo que pasa en los glomérulos es similar, cuando el daño es crónico (por mucho tiempo) se origina algo que se llama esclerosis glomerular (la obstrucción).
Es decir, pasa menos sangre (por lo que no toda la sangre se filtra y se acumulan toxinas en la sangre) y aumenta la presión en los vasos sanguíneos (lo cual a futuro también puede causar problemas de hipertensión arterial).
Al final los riñones pueden sufrir tanto daño que pierden completamente la capacidad de filtrar la sangre y de poder realizar todas sus demás funciones.
Cerca de un 7% de las personas diabéticas ya tienen algún grado de daño en los riñones al momento de su diagnóstico y cerca del 40% de todas las personas diabéticas llegan a tener algún grado de daño en los riñones a lo largo de su vida.
Prevención:
Es por esto que es necesario que por lo menos cada año se realice un examen que ayude a valorar la función de los riñones.
Y complementar este examen con otros que nos ayuden a valorar las demás funciones de los riñones o detectar condiciones que puedan dañar los riñones como los triglicéridos, el colesterol y la presión arterial.
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