Qué infusiones beber si tienes diabetes
Tener una buena alimentación es fundamental para prevenir o mantener bajo control a la diabetes. Pero esto no solo se limita a lo que comemos, sino también a lo que bebemos.
Aquí veremos una lista de infusiones que pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, cómo prepararlas y qué precauciones se deben tener en cuenta.
Té de canela
Existen distintos tipos de canela, aunque la de Ceilán o canela real (Cinnamomum verum) suele ser la mejor opción ya que contiene poco o nada de cumarinas, sustancias potencialmente tóxicas para el hígado.
Su uso con fines medicinales cuenta con una larga tradición, especialmente para mejorar la digestión, eliminar los gases y controlar los niveles de colesterol "malo".
Con respecto a la diabetes, existe evidencia que señala que consumir canela ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre, ya que desacelera la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo, mejora de la absorción celular de glucosa y promueve la sensibilidad a la insulina.
Puedes beber canela en infusión. Para ello, pon al fuego ½ de agua y cuando comience a hervir agrega 1 rama de canela o dos cucharadas de su polvo. Hierve por unos segundos, apaga el fuego, deja reposar, cuela y bebe.
Su ingesta se considera segura para la mayoría de las personas si se consume entre 1 y 4 g diarios durante un máximo de 4 meses.
Su uso prolongado y excesivo puede provocar intoxicación e interactuar con otros medicamentos que se utilizan para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Té de cúrcuma
La Curcuma longa pertenece a la familia Zingiberaceae, y desde hace siglos se utiliza cómo saborizante y colorante.
Es uno de los condimentos esenciales del curry, y su principal componente es la curcumina, que le otorga su color, así como una importante variedad de efectos medicinales.
Con respecto a la diabetes, la evidencia científica disponible es escasa, pero se cree que la cúrcuma puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre gracias a las propiedades antioxidantes de la curcumina, que actúa protegiendo las células del páncreas, órgano encargado de producir la insulina.
Puedes beber cúrcuma en infusiones hirviendo una cucharada de su polvo o media de su ralladura en agua y dejar reposar durante 10 a 15 minutos. Luego cuela la preparación y añade limón para saborizar.
Aunque la cúrcuma se considera segura para la mayoría de las personas, existen registros que muestran que consumirla en exceso (más de 10 g diarios) puede causar malestar estomacal, diarrea o náuseas y vómitos.
Té de fenogreco
Trigonella foenum-graecum, popularmente conocida como fenogreco, fenugreco, alholva o methi, es una planta muy valorada por sus propiedades medicinales.
Distintas investigaciones analizaron los efectos de sus semillas en personas con diabetes, y aunque la evidencia aún se considera insuficiente, su consumo se asoció a una disminución de los niveles de glucosa en sangre.
Los expertos creen que esto se debe a la presencia de fibra, que reduce la absorción de azúcar en el torrente sanguíneo, ayudando a prevenir los famosos "picos" o "caídas" de glucosa.
Puedes preparar una infusión de fenogreco con sus semillas en polvo (2 g por cada ¼ litro de agua). Se aconseja no beber más de 2 tazas al día, ya que en exceso puede causar diarrea, gases e indigestión.
Tampoco se recomienda su ingesta a mujeres embarazadas, ya que puede provocar abortos espontáneos.
Té de hibisco
El té de hibisco, también conocido como té amargo, es una infusión que se preparar con los pétalos de la planta Hibiscus sabdariffa.
Estos pétalos contienen antioxidantes beneficiosos, que le dan al té de hibisco su característico color rubí brillante y una importante variedad de efectos beneficiosos para la salud.
Esta infusión sería especialmente útil para controlar los niveles de presión arterial alta, una afección muy común en personas con diabetes, y ayudaría a reducir la resistencia a la insulina.
Para prepararlo solo debes agregar en agua hirviendo flores de hibisco (la proporción es de tres partes de agua por cada una de pétalos). No excedas la ingesta de dos tazas diarias.
Se aconseja precaución a las personas con hipertensión al momento de consumirlo, ya que el té de hibisco puede interactuar con medicamentos para la presión arterial alta.
Té de jengibre
El jengibre pertenece a la familia Zingiberaceae, por lo que es pariente de otros ejemplares reconocidos como la cúrcuma y el cardamomo. Al igual que estas hierbas, cuenta con una larga tradición medicinal.
Se aprovecha su rizoma, es decir, el tallo horizontal subterráneo, por sus aroma fresco, sabor picante y variedad de propiedades.
Entre ellas se encuentra ayudar a regular el azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2, gracias a la interacción de algunas de sus sustancias con la serotonina, un neurotransmisor implicado en la secreción de insulina.
Para aprovechar este beneficio, puedes beberlo en infusión. Agrega en agua hirviendo no más de 10 g de jengibre rallado o trozado por taza. Si lo usas en polvo, ten en cuenta que estará más concentrado (1/8 de cucharada en polvo equivale a una cuchara entera del fresco).
Por sus efectos sobre los niveles de azúcar en sangre, los profesionales aconsejan evitar el consumo de jengibre con esos fines si ya se toman medicamentos para la diabetes, como Actos, Amaryl, Avandia, Diabeta o Glynase.
Té verde y negro
De la hoja seca de la planta Camellia sinensis se obtienen muchas variedades de té. Esta diferenciación parte del grado de oxidación que recibe la hoja, por ejemplo, el té verde no se somete a un proceso de oxidación, mientras que el negro recibe una oxidación completa.
El té verde posee propiedades antioxidantes y astringentes, además, por su naturaleza alcalina, ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre.
Esto se debe a que estimula el buen funcionamiento del páncreas, encargado de la secreción de insulina, y, por lo tanto, de una correcta descomposición y absorción del azúcar.
El té negro contiene teaflavinas y tearubiginas, compuestos vegetales con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y reductoras del azúcar en la sangre.
Los riesgos asociados al consumo de estas dos infusiones giran en torno al contenido de cafeína y taninos. Entre las principales consecuencias se halla: anemia, dolor de cabeza, estreñimiento, irritabilidad, problemas hepáticos y de sueño.
Los especialistas aconsejan beberlos con moderación, es decir, entre 2 y 3 tazas por día.
Precauciones
Estas infusiones pueden ser de ayuda para las personas con diabetes. Sin embargo, su efectividad dependerá en gran medida de la forma en que se las consume.
Aunque beber infusiones endulzadas ocasionalmente no representa un riesgo grave para la salud, agregar constantemente azúcar puede ser perjudicial, ya que el organismo no podrá aprovechar los beneficios de estas bebidas.
A la larga, esto puede ser contraproducente, incrementando de todas formas la glucosa en sangre, así como el peso y la presión arterial.
Los especialistas también aconsejan leer las etiquetas de ingredientes y datos nutricionales, si compramos té envasado.
Para recordar:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.
No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.
Fuentes consultadas: Asociación Estadounidense de la Diabetes, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, Sociedad Estadounidense de Nutrición.
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