January Jones comió placenta para recuperar su figura después del parto

La actriz de 34 años, tuvo a su primer hijo, Xander, en el mes de septiembre, y a las seis semanas ya estuvo lista para volver a filmar Mad Men, la famosa serie que ya va por su quinta temporada. 

January, que interpreta a Betty, la quisquillosa y mandona ex esposa de Don Draper, atribuye el éxito de su rápida recuperación a su partera, que se aseguró de que ella se alimentara bien, tomando vitaminas, té… y su propia placenta deshidratada y encapsulada. 

Para justificar esta elección tan peculiar, la actriz explicó que una vez que pierde toda la humedad, la placenta es una gran fuente de vitaminas. “Y no es que sea brujería o algo así, por eso se lo aconsejo a todas las mamás”, enfatiza aclarando que los humanos somos los únicos mamíferos que no comemos nuestra propia placenta. 

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Durante el embarazo de su primogénito Jones hizo yoga, pero no se cuidó especialmente con las comidas. “Yo no consumo habitualmente comidas dulces o poco saludables. Pero cuando quiero algo de este tipo, si estoy de mal humor y me queda de paso, voy a McDonalds, compro un batido de fresa y unas patatas fritas y no me siento culpable, porque me lo merezco", confesó.

De todos modos, esta actriz que tiene un gran parecido a Grace Kelly, tuvo que ponerse a dieta para bajar de peso para perder algunas tallas para su personaje de Emma Frost, la villana de X-Men, First Class. Para ello realizó una dieta de jugos durante un corto tiempo, y logró bajar de la talla 10 a la 6. 

Para encarnar a la sexy villana de X-Men, debía lograr lo indicado por los ilustradores del libreto, con una figura muy femenina aunque con músculos marcados y unos pechos enormes. Admite que le resultó imposible lograr, en poco tiempo, un cuerpo musculoso pero sin perder las curvas. 

Su entrenamiento consistió en ejercicios de resistencia: lagartijas, flexiones de brazos en banco, curl de bíceps, sentadillas saltadas y estocadas con una sola pierna, 3 series de 20 repeticiones de cada una de ellas con 30 segundos de descanso.

El resultado está a la vista: la bella Emma Frost, en su traje blanco y ajustado y sus altas botas blancas deslumbra a su gran séquito de admiradores.