Mojar los frutos secos ¿los hace más seguros y nutritivos?
Muchas veces los consumimos directamente de la bolsa, y podrían tener toxinas peligrosas para la salud. Hay una tendencia que sugiere lavar y remojar los frutos secos para que sean seguros y más nutritivos.
Lavar los frutos secos no es una costumbre demasiado arraigada, a pesar de que pueden acumular polvo y suciedad en el proceso de pelado y envasado. El portal Green Vivant, dedicado a promover la alimentación natural, informa que estos alimentos tienen una superficie irregular llenas de hendiduras donde se pueden depositar micotoxinas, que es una combinación de hongos y toxinas.
Un documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) confirma la peligrosidad de este tipo de toxinas. Y explica que en los países en desarrollo, donde los alimentos básicos (como el maíz y el maní) son susceptibles de contaminación, la población se puede ver muy afectada por muertes prematuras relacionadas con las micotoxinas.
En Europa, las autoridades sanitarias europeas han puesto cerco a los tóxicos contenidos en cacahuetes, pistachos, nueces o frutos secos de origen tropical, después de que estudios clínicos hayan vinculado su presencia en la dieta con un riesgo de cáncer hepático.
Para combatir la presencia de micotoxinas en los frutos secos, Green Vivant aconseja mezclar 2 cucharadas soperas de agua oxigenada de 10 volúmenes por cada 4 tazas de agua fría. Si sumerges los frutos secos en esa solución y ves que se forma una espuma blanca, será la confirmación de que hay micotoxinas. Para combatirlas, deja reposar los frutos secos en esa agua durante 15 minutos, y luego enjuágalos y sécalos bien para consumir cuando lo desees, sin riesgos.
Muchos sitios de alimentación natural como Loving Life y La Bioguía, entre otros, también sugieren que conviene “activar” las semillas y los frutos secos para disminuir su concentración de grasas y modificar la acción de ciertos inhibidores enzimáticos que contienen. Estos últimos son los que impiden que las semillas o frutos germinen, y al ser “activados” pueden ser aprovechados por el organismo.
Este proceso solo funcionaría con semillas o frutos secos crudos, es decir que no han sido tostados. Por otra parte, calentarlos a altas temperaturas modifica sus nutrientes y vuelven rancias sus grasas esenciales, tan beneficiosas para el organismo.
Cómo activar los frutos secos
El método para activar los frutos se explica, por ejemplo, en el libro Nourishing Traditions, de la escritora especializada en nutrición Sally Fallon Morell y la nutricionista registrada Mary G. Enig, PhD y experta en química de los lípidos y grasas trans.
Las autoras sugieren remojarlos en un bowl con agua durante 8 a 12 horas. Pasado este tiempo se enjuagan y se ponen a secar al sol o en un horno eléctrico a temperatura mínima. Esto permite conservarlos durante meses, aunque si no se van a consumir en el momento conviene mantenerlos en el refrigerador durante tres días como máximo, ya que de otro modo pueden formar hongos y se echarán a perder.
¿Es necesario activar los frutos secos?
Según informa a HolaDoctor la nutricionista registrada Luciana Cárdenas, de la Universidad de Buenos Aires, no hay aval científico que justifique la necesidad de activar los frutos secos antes de su consumo.
Respecto a la intención de reducir su contenido graso mediante la hidratación, la experta sostiene que esto no sería lógico ya que estos lípidos no son solubles en agua. Por otra parte, pensar en reducir estas grasas benéficas no tendría sentido, ya que se estaría privando a los consumidores de nutrientes de gran calidad nutricional.
© 2024 Pan-American Life