¿Nadar después de comer es peligroso?
‘No te metas al agua después de comer’, es una frase que se repite cuando alguien acaba de terminar su comida y tiene planes de darse un chapuzón en la piscina. Se dice que lanzarse al agua en plena digestión es tan riesgoso para la salud que hasta puede causar la muerte y que lo mejor es esperar entre 30 minutos o una hora, pero, ¿es cierta esta creencia? Veamos.
Michael Boniface, médico de urgencias de la Clínica Mayo, explica que, en efecto, se trata de un consejo que ha pasado de padres a hijos por varias generaciones y que su origen tiene algo de veracidad: "La vieja creencia era que, después de comer, parte de la sangre se podía desviar al intestino para que este pudiese digerir, desviando el torrente sanguíneo de los brazos y las piernas". Al ocurrir esto, la persona, en teoría, podría cansarse y ser más propenso a ahogarse.
"Ahora sabemos que realmente no existe una base científica para esa recomendación", dice Boniface. "Puedes terminar con algunos calambres estomacales o un calambre muscular, pero esta no es una actividad peligrosa para disfrutar de forma rutinaria". Tal vez ir a nadar con la barriga llena no sea lo más cómodo, pero no pasará nada grave si lo haces.
Muchas personas sienten calambres cuando nadan; estos en realidad son dolores abdominales transitorios vinculados al ejercicio (DAT). Está demostrado que quienes han ingerido una comida fuerte antes de ir a nadar son más propensas a tenerlos, incluso si han guardado reposo por una o dos horas.
Cuando se trata de hacer natación, formalmente, y se lleva un programa de entrenamiento, la situación es diferente. Al hacer una actividad física intensa, como esta, el flujo de sangre del aparato digestivo se concentra en la piel y en los músculos de los brazos y las piernas y, si el cuerpo aún está procesando la comida, podría provocar náuseas, explica un estudio. De manera que la antigua creencia tiene algo de realidad, como dice Boniface.
Por ser una disciplina de alto impacto que combina resistencia y velocidad, la natación requiere de un régimen alimenticio especial. Para el nutricionista deportivo y de ejercicios James Collins, siempre se debe comer cuando se practica este deporte, pero cuánto esperar antes de entrar a la alberca tiene que ver con cada individuo.
“Todos tienen diferentes niveles de comodidad con respecto a comer alrededor de la natación, por lo que es importante probar lo que funciona para ti. En general, espere de dos a cuatro horas antes de nadar, después de una comida más grande para permitir la digestión, y de 30 minutos a dos horas cuando es un refrigerio más pequeño”, escribió Collins en el espacio Good Food de la BBC.
Lo cierto es que las estadísticas no muestran relación alguna entre nadar después de comer y accidentes o muertes en piscinas o playas. Los registros de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) enumeran entre los factores que representan riesgos de ahogamientos en albercas el no saber nadar, la falta de verjas de protección, la falta de supervisión y, en adultos, el consumo de alcohol.
Basándonos en todo lo anterior podemos concluir que ir a nadar después de comer no pone en riesgo tu salud ni tu vida.
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