Exámenes de paternidad en la frontera para reunir a padres e hijos
La administración de Donald Trump está llevando a cabo exámenes de paternidad, o ADN, para reunir a padres e hijos que fueron separados en la frontera de los Estados Unidos y México, bajo la política migratoria de “Cero Tolerancia”.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) envió a 230 empleados para hacer estos exámenes y ayudar así a reunir a los menores con sus familiares.
Este hecho ocurrió después de que las imágenes de niños enjaulados, sin familiares, causara indignación en la opinión pública del país norteamericano, forzando al Presidente Trump a interrumpir su estricta política anti-migratoria por ahora.
Sin embargo, Alex Azar, director del HHS, dijo en una rueda de prensa que tal vez no se logre reunir a todos los infantes con sus padres antes la fecha límite impuesta por una corte federal, lo cual causó indignación y críticas por parte de expertos legales que estipulan que tal vez la Administración no registró a los padres de los menores cuando cruzaron la frontera junto a sus hijos. Pero el argumento del Departamento aclara que los exámenes de paternidad son parte de una medida de precaución que busca entregar a cada niño con sus padres o tutores.
Aparte de los exámenes de ADN, el Departamento informó que también se revisaran cuestiones de la vivienda y el record criminal de aquellos que reclamen a los menores en la frontera.
“No todos los adultos que se presenten a reclamar la custodia de un niño serán un gente apropiada, debido a una variedad de razones que pueden incluir disputas de custodia en el país de origen, o factores ambientales inadecuados para los niños”, especificó el HHS en su sitio web. “Los administradores de cada caso conducen investigaciones enérgicas para determinar que los entornos sean seguros para que los niños se entreguen a un guardián legal”.
Según la orden emitida por el juez Dana Sabraw de California, todo niño menor de 5 años de edad deberá ser reunido con un pariente antes del 10 de julio, mientras que los restantes deberán reencontrarse con sus familiares (detenidos o no) antes del 26 de julio del 2018. Esto implica mudar a los niños a lugares más cercanos al centro de detención donde se encuentran sus padres o familiares, o ser entregados al guardián o tutor legal que califique con las especificaciones del HHS. El juez también dispuso que los niños puedan tener contacto vía telefónica con sus padres antes del 6 julio.
Hasta ahora, el HHS ha reportado tener más de 11,800 menores bajo su custodia en centros de detención. De éstos, “más del 80% son adolescentes que cruzaron la frontera por su propia cuenta” . El director aseguró también conocer el paradero de casi 3,000 niños que fueron separados de sus padres hace más de un mes , una cantidad mayor a los 2,400 que el Departamento había reportado hace unas semanas.
Anteriormente, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de los EE.UU fue responsable de reunir a 522 niños con sus familiares, pero no se sabe si a estos chicos se les pidió una muestra de ADN para entregarlos en custodia o no.
Aún quedan muchas preguntas acerca de cómo se manejan los casos de niños sin padres o con acompañantes mayores de edad que no son sus padres biológicos, en la frontera, pero por ahora lo único que se puede esperar es qué ocurrirá con las fechas límites que la Corte estipuló.
Fuentes: HHS
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