Carne cruda, ¿sí o no?
Las carnes rojas tienen miles de adeptos en el mundo y muchos de ellos prefieren comerlas a medio cocer y hasta crudas. Pero esta alternativa no es del todo saludable y puede ser aún más peligrosa, dependiendo del tipo de carne.
“Los amantes de la carne roja usualmente prefieren consumirla a término crudo, que en el exterior el corte muestra una costra café, pero en el interior está roja. Sin embargo es más seguro para la salud consumir la carne con un término de cocción ‘bien cocida’”, explica la nutricionista Gloria Rabel, quien es parte del staff de HolaDoctor Consultas.
La carnes crudas o poco cocidas son la principal fuente de intoxicaciones alimentarias, debido a la presencia de bacterias como E.coli, salmonella y listeria o parásitos. Para evitar enfermedades, la temperatura de cocción en el centro de la carne debe alcanzar, al menos, 145°F; en este punto luce una costra color café en el exterior y adentro un tono café ligero parejo.
La Academia de Nutrición y Dietética (AND) recomienda usar un termómetro para carne para comprobar la temperatura y que así sea segura para el consumo. Ahora, estas reglas pueden ser aún más estrictas, de acuerdo al tipo de carne: se puede disfrutar de un bistec de res ligeramente crudo, pero no de una carne molida en ese estado.
La carne de hamburguesa a medio cocer puede ser tóxica y todo tiene que ver con el proceso que se lleva a cabo para molerla. Ted Siegel, chef e instructor en el Instituto de Educación Culinaria explicó a Fox News que, en general, "los agentes patógenos se encuentran en la superficie del tejido muscular, por lo que una vez que comience a moler la carne, estará dispersando los patógenos a través de más carne más allá de la superficie".
El resultado, resultado según Siegel, es que si se sirve una hamburguesa cruda o poco cocinada, los patógenos aún estarán presentes, lo que aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria. Para eliminar este riesgo, la AND recomienda que la carne molida siempre alcance 160° F para que sea seguro comerla y comprobar con un termómetro, ya que el color y la textura no son indicadores confiables.
Finalmente, en general, no hay forma de garantizar la seguridad de la carne cruda. Por ejemplo, para la AND ni el tartar de bistec ni el carpaccio de res se consideran seguros, especialmente para mujeres embarazadas, niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados, quienes deben evitar todas las carnes crudas o poco cocidas. Lo mejor es que tengas siempre el termómetro a la mano y cerciorarte, cada vez que cocines.
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