La incontinencia fecal no es una “diarrea”

La incontinencia fecal es una condición en la que los pacientes no pueden controlar sus evacuaciones o la salida de gas. Muchas personas tienen este problema, pero no buscan tratamiento por pena.

Es diferente a lo que se considera comúnmente como una diarrea, ya que ésta suele ser por infecciones bacterianas y otras condiciones que afectan el estado general de salud del intestino.

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Causas de la incontinencia fecal

Existen varias causas, las más comunes son debido a daño del esfínter anal, por ejemplo:

-Herida relacionada con el parto: esta es la causa más común, durante el parto vaginal pueden rasgarse los músculos o nervios del ano. Cuando el desgarro no se detecta en ese momento no puede darse tratamiento y causar incontinencia en el futuro.

-Heridas por otras causas: una cirugía o un accidente también puede dañar los músculos y nervios del ano.

-Pérdida de fuerza por la edad: con el paso de los años algunos pacientes pierden la fuerza del músculo del ano.

-Enfermedades neurológicas: un infarto cerebral, la demencia o las heridas en la médula espinal también pueden causar pérdida del control de los músculos del ano.

Síntomas

Los síntomas pueden ser leves, en cuyo caso los pacientes solo tienen problemas para controlar los gases. En los casos más graves hay problemas para contener las heces, tanto sólidas como líquidas.

Diagnóstico

Para hacer el diagnóstico su médico le hará varias preguntas y realizará una exploración física, muchas veces puede identificarse el daño solo con esta información. 

En ocasiones es necesario realizar un ultrasonido u otros exámenes para valorar la función de los músculos y los nervios, por ejemplo, la manometría anal.

Tratamiento

El tratamiento no quirúrgico consiste en modificar la dieta para aumentar el consumo de fibra y volver las heces más fáciles de manejar.

Los ejercicios de Kegel y la biorretroalimentación pueden fortalecer los músculos de la región anal.

El tratamiento quirúrgico puede incluir la reparación de los músculos, la colocación de un estimulador que ayude a los nervios dañados a trabajar mejor y la inyección de sustancias que hacen más gruesos los músculos del ano.

Los casos más graves requieren de una colostomía, un procedimiento en el que el intestino grueso se lleva al abdomen y el paciente evacua en una bolsa especial.

Hay muchos tratamientos para la incontinencia fecal, el diagnóstico y tratamiento oportuno pueden mejorar mucho su calidad de vida si usted padece esta condición.