Cómo se trata el cáncer de tiroides
El cáncer de tiroides ocurre cuando se desarrollan células malignas en los tejidos de la glándula tiroidea.
Esto es distinto a los nódulos que pueden aparecer en esta glándula, y que suelen ser benignos.
La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en la parte inferior de la garganta, cerca de la tráquea. Es un poco más grande que una moneda de 25 centavos estadounidenses.
Esta glándula utiliza yodo, un mineral que está presente en ciertos alimentos y en sal enriquecida, para producir varias hormonas que cumplen funciones clave en el organismo:
- Controlan la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el metabolismo (la velocidad con la que los alimentos se convierten en energía)
- Monitorean el balance de calcio en sangre
El cáncer de tiroides se divide principalmente en dos tipos, dependiendo de en dónde se forma.
Cáncer de tiroides diferenciado, que se divide en:
- Bien diferenciado, papilar o folicular, altamente tratable y curable
- Pobremente diferenciado e indeferenciado (anaplásico). Este tipo de cáncer de tiroides se propaga con rapidez y es más difícil de tratar. Su tasa de recuperación es baja. Las personas diagnosticadas con este forma de cáncer deben realizarse una prueba molecular para detectar una mutación del gen BRAF.
Cáncer de tiroides medular, un tipo de cáncer neuroendócrino que comienza en las células T de la tiroides. Estas son las células que ayudan a tener un balance saludable de calcio en sangre. Usualmente es muy tratable y con frecuencia se puede curar con cirugía; y en ciertos casos con yodo radiactivo.
Síntomas
El cáncer de tiroides usualmente comienza como un pequeño bulto en la glándula tiroides. También puede haber una hinchazón de los ganglios linfáticos en el cuello. Como resultado, los síntomas pueden incluir:
- Hinchazón del cuello
- Ronquera
- Problemas respiratorios debido al estrechamiento de las vías respiratorias
- Tos
- Tos con sangre
- Diarrea debido al alto nivel de calcitonina
Incidencia y factores de riesgo
El cáncer de tiroides afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres y se suele presentar entre los 25 y 65 años. Entre los factores de riesgo más frecuentes están:
- Antecedentes familiares de enfermedades de la tiroides o síndrome de neoplasia endocrina múltiple.
- Mutación en el gen RET
- Antecedentes de bocio
- Sexo femenino
- Ser asiático
Evaluación diagnóstica y estadificación
Es posible que se usen las siguientes pruebas y procedimientos para el diagnóstico y la estadificación del cáncer de tiroides:
- Examen físico y antecedentes familiares
- Laringoscopía
- Estudios hormonales de la sangre
- Estudios bioquímicos de la sangre
- Ecografía
- Tomografía computarizada
- Biopsia por aspiración con aguja fina
Tratamiento
El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides y los ganglios linfáticos circundantes.
El tratamiento adicional dependerá de los niveles de calcitonina. Un nuevo aumento del nivel de calcitonina puede indicar un nuevo crecimiento del cáncer. Además:
- La quimioterapia y la radiación no funcionan muy bien para este tipo de cáncer.
- La radiación se emplea en algunas personas después de la cirugía.
- Las nuevas terapias dirigidas pueden reducir también el crecimiento del tumor.
Es necesario tener un buen plan de tratamiento con el médico.
En 2020, hubo en los Estados Unidos 52,890 diagnósticos de cáncer de tiroides, y unas 2,180 muertes. La tasa de supervivencia a 5 años (cuantas personas viven cinco años después de haber sido diagnosticadas) es del 98.3%.
A nivel global, el cáncer de tiroides ha estado aumentando, hasta un 20%, y se lo atribuye a factores que van desde una mayor detección hasta una elevada prevalencia de factores modificables de estilos de vida y medioambientales.
Fuentes: cancer.gov, American Cancer Society, CDC, American Thyroid Association, MedlinePlus.
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