¿Qué síntomas causa el citomegalovirus?
El citomegalovirus (CMV) es un virus muy común a toda edad.
Según la Red Latinoamericana de Pediatría y Neonatología, cerca del 40% de los bebés nacen con el virus o lo adquieren en los primeros años de la infancia.
Por ejemplo, en los Estados Unidos, uno de cada 3 niños ya se ha infectado por el CMV cuando llega a los 5 años.
Más de la mitad de los adultos lo ha adquirido al llegar a los 40.
La mayoría de las personas no sabe que lo porta y no presenta síntomas.
Una vez que el CMV ingresa al cuerpo de una persona, permanece allí de por vida y se puede reactivar. Una persona también se puede reinfectar con una cepa (variedad) diferente del virus. La mayoría de las personas con infección por CMV no tienen síntomas y no saben que están infectadas.
Si la persona es sana y su sistema inmune funciona bien, en mismo organismo impedirá que el virus cause alguna enfermedad.
Sin embargo, en algunos casos puede causar una enfermedad leve que puede presentar los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Dolor de garganta
- Fatiga
- Inflamación de ganglios
Si el cuadro que se presenta es complicado, el CMV puede activar el virus de Epstein Barr, una forma del virus del herpes humano que puede causar mononucleosis infecciosa. También hepatitis.
Las personas con el sistema inmunitario debilitado que se infectan por el CMV pueden tener síntomas más graves que afectan los ojos, los pulmones, el hígado, el esófago, el estómago y los intestinos.
El citomegalovirus congénito se presenta cuando una madre infectada le transmite el CMV al feto a través de la placenta. La madre puede no tener síntomas, de manera que ella puede no estar consciente de que tiene el CMV.
Los bebés que nacen infectados por el CMV pueden tener problemas en el cerebro, el hígado, el bazo y los pulmones, así como problemas de crecimiento, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La pérdida auditiva es el problema de salud de larga duración más común en los bebés que nacen con infección congénita por CMV, la cual se podría detectar al poco tiempo del nacimiento o presentarse más tarde en la niñez.
La mayoría de los bebés infectados con CMV en el nacimiento son asintomáticos. Los que sí presentan síntomas pueden tener:
- Inflamación de la retina
- Tono amarillo en la piel y en la parte blanca de los ojos (Ictericia)
- Esplenomegalia. Los bebés presentan el bazo, el órgano que estáubicado en la parte superior izquierda del abdomen, agrandado. El bazo es parte del sistema linfático: filtra la sangre y mantiene los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas saludables.
- Hepatomegalia. Es el agrandamiento del hígado.
- Bajo peso al nacer
- Depósitos de minerales en el cerebro
- Erupción cutánea al nacer
- Convulsiones
- Cabeza de tamaño pequeño
La prueba para citomegalovirus debe formar parte de la atención médica prenatal.
Las personas con citomegalovirus pueden pasar el virus a través de los líquidos corporales, como la saliva, la orina, la sangre, las lágrimas, el semen y la leche materna. La persona infectada propaga el CMV de las siguientes maneras:
Por el contacto directo con la saliva o la orina, especialmente de bebés y niños pequeños.
- A través del contacto sexual.
- Por medio de la leche materna a los lactantes.
- Por trasplantes de órganos y transfusiones de sangre.
El citomegalovirus puede diagnosticarse a través de un análisis de sangre, de saliva o de orina.
Las personas sanas que se infectan con CMV no suelen requerir de tratamiento médico. Las personas con sistemas inmunes debilitados y los bebés que nacen con el virus pueden recibir tratamiento farmacológico.
Fuentes: CDC, health NY, MedlinePlus, Red Latinoamericana de Pediatría y Neonatología.
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