Viruela del simio (monkeypox): síntomas, diagnóstico y tratamiento
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de un brote de la viruela del simio o viruela símica (monkeypox, en inglés), con unos 100 casos en 16 países, todos europeos, excepto Israel, Estados Unidos y Canadá. Usualmente, los casos de esta enfermedad se han limitado a países de Africa central y occidental.
Se trata de una rara infección causada por un virus de la familia de la viruela. Ha habido otros brotes de la viruela del simio, pero nunca los casos se habían expandido tan ampliamente.
Los síntomas de la viruela del simio semejan a los de la gripe:
- Fiebre
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Ganglios inflamados
Sin embargo, hay una diferencia grande: la persona infectada con el virus que causa la viruela símica presenta ampollas en las manos, brazos y piernas, e incluso en otras partes del cuerpo como la espalda. Similar a lo que ocurría con la viruela (erradicada del mundo en la década de los ’80 gracias a la vacunación), estas pústulas primero son pequeñas y luego se agrandan y llenan de pus. Pueden picar, y tardar semanas en desaparecer. Una vez que desaparecen, la persona ya no es contagiosa
Aunque usualmente la viruela del simio es una enfermedad leve, las complicaciones que presenta pueden incluir neumonía, pérdida de visión y una sepsis o infección generalizada que podría poner en peligro la vida.
En general, una persona se infecta por el contacto con animales portadores como los simios o cierta especie de ratones, a través de mordeduras, lastimaduras o comer la carne de estos animales sin cocinar bien.
Sin embargo, en este nuevo brote se han registrado casos de infecciones vinculadas a hombres que tienen sexo con hombres, lo que, enfatiza la OMS, no la convierte en una enfermedad de transmisión sexual. Esta es una forma inusual de contraer el virus. De hecho, este brote parece estar asociado a una mayor transmisión de persona a persona, una forma que, de nuevo, no es la habitual.
La vacunación contra la viruela puede proteger contra la viruela del simio, y puede usarse en contactos de alto riesgo como tratamiento preventivo después de la exposición. También hay al menos tres medicamentos antivirales que se usan contra este virus y que actualmente están disponibles en los Estados Unidos.
Como siempre, hay que consultar de inmediato con el médico, quien realizará el diagnóstico. Y, como con la mayoría de los virus, el reposo, mantenerse hidratado y alejar el estrés ayudan a que el propio organismo haga su trabajo y expulse al virus.
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