¿Sabes por qué te gustan mucho los dulces?
¿Tienes un gusto particularmente pronunciado hacia los dulces? Tus genes podrían ser los responsables. De acuerdo con un estudio reciente, existe un gen que impulsa la mayor ingesta de azúcar pero que también se relaciona con una menor cantidad de grasa corporal.
Los investigadores ya habían señalado que un gen en particular, llamado FGF21, juega un papel importante en la regulación de la ingesta de carbohidratos y lípidos. Pero, recientemente, ha surgido evidencia de que una variante de este gen puede dictar cuánto nos gustan los productos azucarados.
El estudio, publicado en la revista Cell Reports, sugiere que esta variante genética que "nos impulsa" a comer más dulces podría en simultáneo conducir una disminución en la grasa corporal.
"Nos sorprendió que la versión del gen asociada con comer más azúcar también esté asociada con una menor grasa corporal", dijo el genetista molecular Timothy Frayling de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, y uno de los autores de la investigación.
"Esto va en contra de la percepción actual de que comer azúcar es malo para la salud. Puede reducir la grasa corporal porque el mismo alelo también resulta en un menor consumo de proteínas y grasas en la dieta", explicó.
Esta línea de investigación podría cambiar el pensamiento sobre cómo nuestra composición genética afecta lo que comemos y lo que anhelamos ingerir en nuestras dietas.
Presión arterial y grasa en la cintura
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores analizaron los datos de 451,099 personas a través del Biobanco del Reino Unido, un proyecto de investigación internacional de muestras biológicas y datos.
"Debido a que este estudio tiene muchos participantes, nos dio suficientes muestras para tener confianza en las asociaciones que estábamos viendo", señaló el coautor del estudio Niels Grarup, de la Universidad de Copenhague en Dinamarca.
Pero los efectos asociados con la variación genética no son del todo positivos, según el nuevo estudio. También está relacionada con un aumento leve de la presión sanguínea y más grasa alrededor de la cintura que las caderas, es decir, más "forma de manzana".
Desarrollo de nuevos medicamentos
Esta nueva línea de estudio sobre las personas con un "gusto genético por lo dulce" es principalmente importante en relación con la investigación futura para el desarrollo de medicamentos. Los investigadores actualmente están tratando de determinar si es posible apuntar o reemplazar el gen FGF21 utilizando drogas para tratar la obesidad y la diabetes.
"Debido a su conexión con el azúcar, el FGF21 constituye un objetivo potencial en el tratamiento de, por ejemplo, la obesidad y la diabetes. Esta investigación nos ayuda a comprender los mecanismos subyacentes de la hormona y predecir sus efectos y efectos secundarios ", destacó el profesor Niels Grarup.
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