Balón Cervical ¿qué es y para qué sirve?
Existen diferentes situaciones dentro de la práctica clínica de la obstetricia, durante las cuales es necesario inducir un trabajo de parto. Son momentos en los que se requiere una mayor vigilancia, ya sea porque es un embarazo prolongado o de alto riesgo, o por condiciones maternas o fetales.
A lo largo del tiempo se han utilizado diferentes medicamentos para iniciar de forma artificial el trabajo de parto (un proceso que se conoce como inducción), usualmente utilizando prostaglandinas u oxitocina; sin embargo también está muy popularizada la inducción mecánica: balones cervicales que ayudan a iniciar el trabajo de parto. Diferentes estudios indican que esta opción tiene la misma tasa de éxito para lograr la inducción del trabajo de parto que los medicamentos; sin los efectos secundarios que generan las drogas.
Existen diversos tipos de balón cervical que se pueden encontrar en el mercado y en diferentes países, uno de los más utilizados es el balón para maduración del cuello uterino Cook, un catéter de doble balón de silicona y un estilete maleable de longitud ajustable.
El estilete —que tiene la forma de un cilindro con dos orificios— se coloca dentro de la cérvix, de tal forma que uno de los balones quede insuflado con solución salina en el orificio cervical interno, y el otro quede insuflado debajo del orificio cervical externo; de tal forma que por medio del peso ejercido en ambos puntos del cérvix se logre una dilatación en un período aproximado de 12 horas.
Actualmente estos dispositivos mecánicos están siendo considerados una excelente opción debido a su bajo costo, a que son seguros, cómodos, reversibles y por los pocos efectos adversos y repercusiones maternas y/o fetales.
Por el contrario, con el uso de prostaglandinas para inducir el parto, se puede presentar fiebre, dolor tipo cólico, diarrea e incluso generar un exceso de contracciones uterinas, una reacción que se denomina taquisistolia y que puede tener repercusiones en el bebé.
La oxitocina, otra droga utilizada para inducir el parto, puede generar intoxicación hídrica y también taquisistolia, así como luego del parto generar atonía uterina por un uso prolongado de este medicamento desde su inducción, hasta la conducción y término del trabajo de parto.
Es por eso que se considera una excelente opción para pacientes que necesiten una inducción. Recuerda que tu doctor siempre tiene que informarte sobre cada decisión importante a tener en cuenta durante la atención de trabajo de parto, así como el seguimiento y las diferentes opciones de manejo que hay para que juntos decidan lo mejor para ti y tu bebé.
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