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Qué beneficios tiene la leche de macadamia

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¿Conoces las nueces de macadamia? Son frutos secos esféricos conformados mayormente por grasas saludables.

Además de consumirlas directamente como a cualquier nuez, almendra o castaña, se pueden usar para hacer leche. Aquí te contamos cómo prepararla y cuáles son sus beneficios.

¿Qué son las nueces de macadamia?

La macadamia, nuez Maroochi, Queensland Nut, almendra del Nuevo Mundo o nueva almendra, es el fruto de las plantas Macadamia. Los árboles pueden tardar entre 10 y 15 años para alcanzar su madurez y máximo rendimiento, por lo que el fruto es muy caro y apreciado en todo el mundo.

Existen 14 especies de Macadamia, aunque solamente 2 de ellas (Macadamia integrifolia y Macadamia tetraphylla) son comestibles, el resto son venenosas.

El consumo de macadamias se remonta a miles de años en la selva tropical de la costa noreste de Australia. En esa época los nativos se reunían en las laderas para alimentarse de este fruto. Se las consideraba un manjar por lo que eran atesoradas y muchas veces intercambiadas entre las tribus.

Las macadamias se pueden comer crudas o tostadas. También se puede elegir su aceite, un excelente aderezo para ensaladas, preparar adobo y estofados, saltear vegetales y pollos al wok, o para cocinar pescados y carnes al horno.

En Australia, se recomienda el aceite de macadamia como sustituto de otros tipos de aceites a la hora de freír.
Otra opción deliciosa y sencilla para aprovechar todas las propiedades de las nueces de macadamia, es consumiéndolas como leche.

Cómo preparar leche de macadamia

Preparar leche de macadamia es muy sencillo. Solo debes utilizar cinco taza de agua por cada taza de nueces de macadamia peladas.

Una vez que elijas la cantidad que vas a preparar, deja las nueces en remojo durante toda la noche. Escúrrelas, viértelas junto al agua en una batidora y tritura hasta lograr una mezcla homogénea.

Opcional: el sabor de esta leche es suave, por lo que se aconseja agregar algún potenciador de sabor o endulzante, como canela, estevia, eritritol, xilitol, o vainilla. Si es la primera vez que haces leche de macadamia, comienza agregando pequeñas cantidades de estos ingredientes, hasta que logres el sabor deseado.

Puedes reservar la leche de macadamia durante varios días en la nevera, aunque se aconseja beberla pronto para aprovechar al máximo sus nutrientes y sabor.

Beneficios de la leche de macadamia

La leche de macadamia conserva los nutrientes de las nueces, como ácido oleico (especialmente Omega 7, y en menor medida Omega 3 y 6), linoleico y fólico, minerales, como calcio, fósforo, hierro y potasio, y vitaminas, como niacina y tiamina.

Consumiéndola se pueden obtener los mismos beneficios que se asocian a las nueces de macadamia:

Cardioprotectora

La leche de macadamia es rica en vitaminas, proteínas, minerales, fibra y grasas monoinsaturadas (saludables), por lo que su consumo se asocia a propiedades cardioprotectoras.

Existe evidencia científica que vincula el consumo de macadamias con un incremento de los niveles de colesterol "bueno" y disminución de los niveles de colesterol "malo".

Esto reduce el riesgo de sufrir aterosclerosis, una afección causada por la acumulación de grasas en las paredes arteriales, que dificulta la correcta irrigación sanguínea.

Antioxidante

Las nueces de macadamia, y por consiguiente la leche, son ricas en compuestos antioxidantes, como la vitamina E. Estas son sustancias especialmente útiles para combatir a los radicales libres, moléculas inestables que afectan las estructuras celulares sanas y favorecen la aparición de enfermedades.

Control de peso

Gracias a su rico aporte de fibra y proteínas, la leche de macadamia se asocia a efectos digestivos, y a un mejor control del peso, aumentando la sensación de saciedad y extendiendo los períodos entre comidas.

Se aconseja consumir esta leche con moderación (al igual que a las nueces), ya que es rica en calorías.

Contra la diabetes

Existen estudios que muestran que las dietas ricas en grasas monoinsaturadas (sustancias que comprenden el 80% de la grasa de las nueces de macadamia), pueden ayudar a reducir los factores de riesgo del síndrome metabólico, especialmente en personas con diabetes tipo 2.

Una ingesta moderada de estos frutos secos también se relaciona a niveles más bajos de azúcar en sangre.

Otros usos

Las nueces de macadamia son ricas en ácidos grasos Omega 7, ácido oleico y linoleico, vitamina E y esteroles, sustancias que le brindan propiedades suavizantes. Por este motivo, es común hallarlas cómo ingredientes de distintos productos cosméticos e hidratantes de la piel.

Para recordar:

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.

No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.

Fuentes consultadas: Australian Macadamias, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.


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