Despertarse seguido para ir al baño podría ser un signo de hipertensión
Crédito: La necesidad constante de orinar por las noches se llama nicturia.
Si normalmente te despiertas por las noches para ir al baño, tal vez debas revisar tu presión o cuánta sal consumes a diario. Un nuevo estudio encontró que la necesidad de orinar en la noche podría estar relacionada con la hipertensión y los niveles elevados de sodio.
La condición que obliga a las personas a despertarse por las noches porque necesitan orinar, se llama nicturia.
Normalmente se puede llegar a dormir 8 horas sin la necesidad de despertarse para ir al baño, levantarse incluso una vez se considera dentro de los límites normales. Cuando los episodios son entre 2 o 6, ya hablamos de nicturia.
Las causas incluyen una alta ingesta de líquidos, trastornos del sueño y obstrucción de la vejiga. Además, puede ser un signo de otras afecciones médicas, como el prolapso o tumor de vejiga, problemas de próstata y otros trastornos que afectan el control del esfínter. Este problema suele ser común en mujeres embarazadas y en personas con insuficiencia cardíaca, hepática o diabetes.
Al envejecer, el cuerpo produce menos hormonas antidiuréticas que permiten retener líquidos, esto lleva a una mayor producción de orina durante la noche.
Para profundizar en esta condición, un equipo de investigadores del Hospital Tohoku Rosai en Sendai, Japón, analizó a más de 3,700 personas. Sus resultados, que se presentaron en la 83ª Reunión Científica Anual de la Sociedad de Circulación Japonesa, indicaron que los viajes al baño por la noche podrían estar relacionados con el consumo excesivo de sal y la hipertensión.
La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias o vasos sanguíneos. Las pautas emitidas por la American Heart Association (AHA), consideran hipertensión a una presión arterial superior a 130 sobre 80 milímetros de mercurio (mmHg).
Problemas nocturnos
Para la investigación los expertos recopilaron información de los voluntarios mediante cuestionarios, dónde se los consultaba sobre sus hábitos, niveles de presión arterial y de nicturia.
Los datos mostraron que levantarse en la noche para orinar se asoció con una probabilidad 40% mayor de tener presión arterial alta, y este riesgo de hipertensión creció significativamente a medida que aumentaba el número de episodios de nicturia.
Sin embargo, el Dr. Satoshi Konno, de la división de hipertensión del hospital, dijo que los resultados no garantizan una relación causal entre esta condición y la hipertensión.
"La asociación puede estar influenciada por diversos factores, como el estilo de vida, el origen étnico y los antecedentes genéticos", explicó.
El coordinador de prensa de la conferencia, el Dr. Mutsuo Harada, señaló "La hipertensión es una enfermedad nacional en Japón. El consumo promedio de sal es de aproximadamente 10 gramos por día, lo que equivale a más del doble del consumo promedio en todo el mundo. Esto puede deberse a nuestra preferencia por los mariscos y alimentos a base de salsa de soja, por lo que la restricción de sal es difícil de realizar".
Aunque el nuevo estudio se realizó en Japón, dónde las personas generalmente consumen más sal que en los países occidentales (actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir una cucharadita o 5 gramos diarios), los resultados sugirieron que el control apropiado de la ingesta de sodio y la presión arterial puede ser importante para tratar la nicturia.
Harada reconoció que es importante investigar y comprender las causas de esta condición, ya que no solo puede deberse a daños en los órganos urinarios, sino que, como muestran los nuevos resultados, también podrían ser responsables los problemas cardíacos, como la hipertensión. Por ello, la detección temprana y el manejo de esta enfermedad es crucial.
Según la OMS, la hipertensión es responsable del 13% de las muertes anuales a nivel global. También estima que es la causa de por lo menos el 45% de las muertes por cardiopatías, y el 51% de las que ocurren por accidente cerebrovascular. Solamente en EE. UU. 85 millones de personas la padecen.
Para reducir el riesgo de esta enfermedad puedes modificar ciertos hábitos:
- Reducir el consumo de sal.
- Moderar el consumo de alcohol.
- Incorporar una dieta saludable (evitar los alimentos altos en grasas, carbohidratos y procesados).
- Practicar ejercicio regularmente.
- Controlar el peso.
- En caso de fumar, abandonar el hábito.
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