Fecundación In Vitro: el óvulo fecundado se implanta en el útero
La fertilización in vitro es una técnica de fecundación asistida, generalmente este tipo de inseminación artificial se utiliza cuando la mujer tiene problemas de ovulación, ya sea que no produzca óvulos o tenga problemas de comunicación entre las trompas de Falopio y el útero.
En qué consiste el tratamiento
Primer paso: la extracción de óvulos
En esta técnica se utilizan ovocitos, que son las células que se encuentran en los ovarios. Primero se hará una estimulación química-hormonal con medicación de los folículos en los ovarios, ya sea con clomifeno, hormona folículo estimulante y luteinizante sintéticas u hormona liberadora de gonadotropinas.
La aplicación de dichas hormonas se hará para favorecer un pico en la producción de la hormona luteinizante; con este máximo nivel de hormona luteinizante se expulsarán los ovocitos de los folículos en el ovario (ovulación) para que estén en la posibilidad de ser fecundados. En esta técnica se utilizan ovocitos, que son las células que se encuentran en los ovarios para favorecer la producción de la hormona luteinizante.
Luego de esto, el médico con un procedimiento quirúrgico de mínima invasión, generalmente una aguja es introducida, con anestesia local, vía transvaginal y guiada por ultrasonido para pinchar el ovario y por medio de succión obtener los ovocitos, que serán lavados inmediatamente después de ser sacados de los ovarios ya que la sangre presente en esa punción puede dañar estos ovocitos.
La fecundación
Los ovocitos serán puestos en contacto con los espermatozoides en condiciones controladas en un laboratorio, para hacer que éste sea fecundado y se forme un embrión, estos embriones son cultivados en medios artificiales, hasta que se consideran maduros.
Generalmente los cuidados y atenciones para que un embrión sea viable son muy estrictos, por lo que la fertilización in vitro debe realizarse en laboratorios especializados, ya que se debe controlar la temperatura en incubadoras a 37 grados centígrados, los medios de cultivo deben ser especiales para brindarle los nutrientes a los embriones y deben estar en un ambiente estéril.
Se puede esperar a que el embrión éste dividido en 8 células para ser implantado en el útero, aunque se ha demostrado que si el embrión llega a una etapa de blastocisto, tendrá mayor posibilidad de implantarse en el útero.
Los embriones también pueden ser congelados y utilizarse cuando se crea necesario.
La implantación del embrión
Para que estos mismos puedan ser implantados se debe generar un ciclo hormonal artificial en la mujer para que su útero desarrolle el tejido endometrial, que será el revestimiento del útero que permitirá el desarrollo del bebé.
El éxito de este procedimiento se podrá corroborar con la realización de ultrasonidos, que permitirán medir el ancho y madurez del tejido endometrial, entonces con una jeringuilla especial se procederá a implantar el embrión en el útero.
Embarazos múltiples
Generalmente se implanta más de un embrión, para que el procedimiento tenga más posibilidades de éxito, los embriones son seleccionados en el laboratorio y solo se implantarán los que mejor probabilidad tengan de un desarrollo óptimo; de ahí el riesgo de embarazos múltiples.
Donación de óvulos o esperma
Cuando la mujer no puede desarrollar sus propios óvulos, se recurrirá a un banco de óvulos para hacer la fecundación en el laboratorio con el semen de su esposo, y se establece un ciclo menstrual químico hormonal, ya mencionado para la estimulación del endometrio.
También se puede usar semen de un banco de esperma, cuando la pareja masculina no puede producir espermatozoides, o se tiene alguna enfermedad o defecto genético que se quiera evitar.
Los espermatozoides se pueden obtener mediante un masaje prostático, masturbación, o directamente del epidídimo que es una bolsita sobre los testículos que tiene gran cantidad de espermatozoides o directamente de los testículos.
Cuando en el semen del varón hay una menor cantidad de espermatozoides, se puede utilizar un método conocido, como inyección intracitoplasmática de espermatozoides, en la cual el espermatozoide es inyectado directamente dentro del ovocito en el laboratorio.
Los embriones congelados pueden ser utilizados por la misma pareja para intentar una nueva implantación en caso de que el embarazo no sea logrado o si la pareja desea un embarazo posterior y así evitar las etapas anteriores.
Algunos embriones pueden ser donados para la investigación científica, como experimentación con células madre, siempre y cuando cuenten con el consentimiento de los padres.
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