El lado “malo” de los complementos alimenticios
Aunque refuerzan de nutrientes esenciales para el organismo, el consumo de complementos alimenticios puede se desfavorable cuando no va acompañado de la supervisión de un profesional de la salud.
Tomarlos puede ser un gran acierto. Los complementos alimenticios, si se eligen de manera correcta, aportarían los nutrientes necesarios al organismo.
A diferencia de los suplementos, que buscan cubrir la falta de algún mineral o vitamina, los complementos refuerzan los nutrientes que se consumen en la alimentación. Sin embargo, también pueden ser un error si no se toman en cuenta ciertas medidas.
Según advierte el licenciado en Nutrición Giovanni Bravo Reyes algunos productos tienen ciertos estimulantes, los cuales podrían causar complicaciones en personas con problemas cardiovasculares.
“Hay algunos complementos que contienen efedrina, un precursor de la pseudoefedrina con impactos a nivel cardiovascular. Las personas con algún padecimiento crónico del corazón se exponen considerablemente a sufrir hasta un ataque cardíaco”, comenta.
De igual forma, también existe el riesgo de presentar reacciones alérgicas. “Hay personas que tienen esta condición y no lo saben. Esto los expone a poder sufrir incluso un shock anafiláctico, una reacción más fuerte que aumentaría drásticamente la presión sanguínea y si no es atendida a tiempo también podría tener consecuencias graves”, agrega.
En tanto, Consumerreports.org advierte que otros complementos como los que contienen calcio pueden causar daños en los riñones si se ingieren junto con medicamentos para la hipertensión.
En caso de mezclar aceite de pescado con medicamentos contra el cáncer las posibilidades de reducir la efectividad de dicho fármaco son elevadas.
Del mismo modo, disminuiría el efecto de los medicamentos que fungen como anticoagulantes de la sangre en los pacientes que consumen ginseng, agrega el sitio.
Si se consume vitamina C junto con fármacos para controlar la presión arterial elevada también podrían producirse efectos secundarios en de los medicamentos.
Y es que es muy común encontrar en el mercado una gran variedad de estos productos, generalmente en cápsulas o en polvo, al grado que las personas los toman sin consultar previamente con un especialista.
De acuerdo con la Oficina de Suplementos Alimenticios del Instituto Nacional de Salud, la mayoría de los adultos en Estados Unidos toman uno o más complementos todos los días u ocasionalmente.
Debido a esto se recomienda consultar previamente con un experto en nutrición. “En el primer contacto con el nutriólogo, éste buscará saber cómo está el paciente por dentro, si hay algún tipo de patología hepática e incluso hasta de riñones porque estos compuestos pueden impactar también en la función renal”, agrega Bravo Reyes.
Aunque pueden reforzar ciertos nutrientes, ayudar a un deportista a tener mejor rendimiento o a pacientes diabéticos a absorber mejor ciertas vitaminas, los complementos siempre deben consumirse bajo la evaluación y monitoreo de un experto, sugiere el nutricionista.
“Dependiendo de la alimentación que la persona lleve, la recomendación puede ir desde incrementar la ingesta de comida o agregar alguna colación. En situaciones, donde a pesar de llevar estas medidas no hay el rendimiento deseado, se recomiendan los complementos”, añadió.
Al momento de comprar algún complemento se recomienda: verificar que el producto se compre en un establecimiento aprobado y certificado oficialmente para funcionar como tal, que el envase esté completamente cerrado y que contenga etiquetas y hologramas de autenticidad. También es importante revisar que no esté caduco y que esté aprobado por algún organismo como la FDA (Administración de Drogas y Alimentos).
Otro consejo es verificar la lista de ingredientes. Algunos productos contienen aspartamo, un edulcorante artificial que estimula la liberación de insulina, una hormona que -entre otras funciones- promueve el almacenamiento de grasa. Otros artículos contienen BHT, conservante que se asocia con la aparición del cáncer.
“Al final, este tipo de productos no son milagrosos, no son un bote de ilusiones. Lo principal es la alimentación, la supervisión médica y en el caso de los atletas, el buen entrenamiento”, concluyó Bravo Reyes.
(Cabe mencionar que tanto el uso de los suplementos como de los complementos alimenticios suelen diferenciarse en varios países. Sin embargo, en Estados Unidos ambas palabras se engloban dentro del concepto de "suplementos", explica la nutrióloga Gloria Rabell, asesora de Wellnes).
Más para leer:
© 2024 Pan-American Life