El tango no tiembla ante el Parkinson
El tango, patrimonio cultural de la humanidad, no es sólo pasión, dos personas que se funden en un abrazo y navegan por la pista como si fueran una sola. Varios de sus movimientos podrían ser especialmente útiles para quienes sufren Parkinson, en concreto para mejorar su movilidad y equilibrio, según un estudio realizado por la Universidad McGill, en Canadá.
La investigación publicada en la revista Complementary Therapies in Medicine, se centró en si una actividad social y física ligada a la música, como el tango, podría tener posible valor terapéutico para los pacientes con Parkinson que característicamente sufren de disfunciones motoras -temblor, rigidez-, así como de síntomas como la depresión, la fatiga y la degeneración cognitiva.
En el estudio, 40 hombres y mujeres con enfermedad de Parkinson participaron en un programa de 12 semanas que involucró clases de estudio con dos profesores de danza profesionales. Los pacientes procedían de la Clínica del Centro de Salud de la Universidad McGill.
"En el estudio encontramos que el tango era útil para mejorar significativamente el equilibrio y la movilidad funcional. También hallamos beneficios modestos en términos de las funciones cognitivas de los pacientes y en la reducción de la fatiga”, señaló la Dra. Silvia Rios Romenets, una de las investigadoras
Explicó que el tango requiere pasos específicos que involucran rítmicamente caminar hacia adelante y hacia atrás, lo que puede ser particularmente útil para las dificultades al caminar y prevenir las caídas. Además, el tango requiere memoria de trabajo, control de la atención, y la multitarea para incorporar los elementos de danza previamente aprendidas, para mantenerse al ritmo de la música, y maniobrar alrededor de otros en la pista de baile.
Muchos pacientes con Parkinson encontrarán los programas de ejercicios tradicionales poco atractivo. Sin embargo, hay una conexión entre los sistemas de dopamina en el cerebro y la música. La combinación de la música con el tango puede aumentar la accesibilidad y la motivación, así como el estado de ánimo y la cognición estimulante.
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina.
Los síntomas comienzan lentamente, en general, en un lado del cuerpo. Luego afectan ambos lados. Algunos son: temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara; rigidez en los brazos, las piernas y el tronco; lentitud de los movimientos; problemas de equilibrio y coordinación.
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres. No existe una cura para la enfermedad de Parkinson. Existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas. En casos severos, una cirugía y estimulación cerebral profunda (electrodos implantados en el cerebro que envían pulsos para estimular las partes del cerebro que controlan el movimiento) pueden ayudar.
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