Dieta para celíacos
La enfermedad celíaca es una enfermedad poco común que afecta al 0,4% de la población estadounidense. Pero algunas personas recién son diagnosticadas después de varios años de padecer esta condición: en promedio los americanos recién se enteran de que padecen de la enfermedad celíaca a los 45 años. Aún cuando durante mucho tiempo sufrieron de algunos de los síntomas propios de esta enfermedad, como la diarrea o la dermatitis herpetiforme.
Alimentos que te hacen libre Según la Asociación de la Enfermedad Celíaca, el único tratamiento para vivir muchos años y sin sobresaltos es adherirse a una vida “libre de gluten”. Para ello, es imprescindible acostumbrarse a leer las etiquetas con la información nutricional de todos los alimentos. Es que hay algunos productos que uno ni siquiera sospecharía que poseen gluten dentro de sus ingredientes, ¡pero lo tienen! Tal es el caso de las sopas, los caramelos, la salsa de soja, entre otros.
Por eso, los médicos recomiendan que ante la duda, ¡mejor abstenerse!
• Alimentos permitidos: arroz, maíz, soya, papas, tapioca, frijoles, quínoa, mijo, alforfón, ararais, amaranto y harinas de nueces.
• Alimentos prohibidos: trigo (y sus modificaciones), trigo durum, sémola, Kamet y espelta.
• Alimentos que pueden contener gluten: panes, crotones, pastas, carnes procesadas, caldos o sopas concentradas, imitación de tocino frito, rellenos, empanizados, productos marinados, aderezos, almidón o harina para espesar, imitación de mariscos y salsas.
• Ingredientes no permitidos de las etiquetas: jarabes de arroz café, colorante de caramelo, dextrina (generalmente de maíz), harina o producto de cereal, proteínas de vegetales (hidrolizadas y texturizadas), malta y vinagre de malta, alimentos de almidón modificado, mono y diglicéridos, saborizantes de carne, salsa de soya y goma de vegetal.
Presta atención cuando cocinas
La preparación de las comidas también es un punto imprescindible de la dieta del celíaco. Es fundamental cocinar o preparar los platillos en una superficie “libre de gluten”. Si no, el gluten de la comida anterior podría contaminar los alimentos y provocar una reacción. Esto sucede a menudo con los tostadores: si en el mismo artefacto se preparan tostadas de pan blanco común y luego tostadas con pan libre de gluten, ¡el gluten quedará en la tostadora y traspasará al otro pan! Esto es válido para los aderezos, condimentos, para cuando se fríen comidas o se utilizan las mismas fuentes para los platos “con” y “sin” gluten.
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