¿Es la fuerza de voluntad la clave para bajar de peso?
Es lo que nos ayuda a no caer en la tentación de comer aquello que no debemos o a ir al gimnasio cuando en realidad quisiéramos sentarnos a ver televisión. Pero según un estudio de la Universidad de Cambridge, no es conveniente "ponerla a prueba" todo el tiempo.
Ya sabes todo sobre dietas: lo que sí hay que comer, lo que no. También, conoces la importancia de hacer ejercicio para que la fórmula “calorías ingeridas vs calorías consumidas” siempre den a tu favor. Como si esto fuera poco, has decidido que en tu casa “no entran chocolates, ni golosinas”, aún cuando tienes hijos pequeños que adorarían comer de vez en cuando algún dulce. O amigos que te visitan, que seguramente agradecerían un bocadito de menta y chocolate junto al café.
Pero no, tú sabes lo importante que es seguir la dieta y no caer en las tentaciones. Hasta que pasas por una pastelería y observas ese cupcake de arándanos o de chocolate y sientes que ha sido preparado para ti y entonces olvidas las verduras, las frutas, el ejercicio que tanto te cuesta hacer y la huelga de dulces que has impuesto en tu familia y te zambulles en el negocio para disfrutar de esa delicia sin importarte nada.
Cinco minutos más tarde, te asalta la pregunta de siempre: ¿por qué lo hice?
La respuesta de la mayoría que pasa por la misma situación es: "no tengo suficiente auto-control para decirles que no a las tentaciones". Pero, ¿cómo mejorar nuestra fuerza de voluntad?
Según un estudio sobre “auto-control” realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Düsselford, publicado en la revista “Neuron”, encontró que evitar las tentaciones podría aumentar las posibilidades de éxito, si se lo compara con confiar solamente en la fuerza de voluntad para decir “no”.
Los investigadores compararon la efectividad de la fuerza de voluntad con restringir el acceso a las tentaciones y lo llamaron “pre-compromiso”. “Nuestro estudio sugiere que la manera más efectiva para combatir las tentaciones es evitar enfrentarlas en primer lugar”, explicó la Dra. Molly Crockett, que participó del estudio.
Para el estudio, los investigadores reunieron a un grupo de voluntarios masculinos y les dieron una serie de posibilidades: decidir entre una pequeña recompensa inmediata o una gran recompensa luego de un tiempo. La “pequeña recompensa” fue ver fotos”apenas” eróticas y la “gran recompensa” fue ver fotos mucho más eróticas.
De esa manera, los científicos lograron probar los mecanismos de auto control: los participantes elegían una y otra vez ver las fotos de la “pequeña recompensa”, aún cuando les sugerían no hacerlo.
En cambio, los hombres que aceptaron hacer un “pre-compromiso”, lograron controlarse y esperar a “la recompensa más grande”, aún cuando la otra estaba disponible. Según los investigadores, “evitar las situaciones que nos resultan irresistibles es una forma de cambiar el comportamiento”.
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