La comida chatarra se elige por el precio
Era hora de que alguien lo dijera. La gente come comida chatarra no porque sea lo que más le gusta sino por el precio. Cuando el costo aumenta, el consumo disminuye. Ésta fue la conclusión de los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, que monitorearon los hábitos alimenticios de 5,115 adultos en 1985 y 1986 y luego en 2005 y 2006.
Durante esos 20 años, los precios aumentaron un 10%, al mismo tiempo que observaron una disminución en el consumo de pizza del 12%.
El precio de la salud
Curiosamente, cuando la pizza o las gaseosas salían $ 1 más, las personas consumieron menos calorías por día, tenían menor peso y mayor resistencia a la insulina.
Para los investigadores, la solución para que la gente consuma menos comida chatarra estaría en aumentar sus precios. Según sus proyecciones, si la comida poco saludable pagara un impuesto del 18%, la gente consumiría 56 calorías menos por día, el equivalente a una pérdida de peso de 5 libras o 2,27 kilos por persona, cada año.
“En conclusión, nuestros hallazgos sugieren que políticas nacionales, estatales o locales que modifiquen el precio de la comida y la bebida menos saludables podrían ser un mecanismo posible para guiar a los adultos estadounidenses hacia una dieta más sana”, explicó Kivah J. Duffey, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, en el comunicado de prensa.
Un poco de creatividad
Algo que no se le puede negar a la “comida chatarra” es que facilita las cosas. Los locales que venden este tipo de comida suelen tener “combos” que incluyen la gaseosa y papas fritas, en la mayoría de los casos, lo que simplifica las cuentas y también facilita la decisión, además de que conviene al bolsillo.
Sin embargo, con un poco de imaginación se pueden encontrar otras alternativas en los mismos restaurantes.
• Mc Donald´s: Una hamburguesa con queso tiene 300 calorías, mientras que una hamburguesa con queso tiene 440. El famoso Big Mac tiene 540. Si además, pedimos papas fritas, tendremos que sumar 230 calorías si elegimos una porción pequeña o 380 si compramos el tamaño mediano. Sin embargo, por menos calorías y un poco más de dinero, se puede optar por una ensalada Caesar con pollo, que tiene 220 calorías. Eso sí: en lugar de elegir el aderezo cremoso Caesar, que tiene 190 calorías, optar por el aderezo de vinagre balsámico reducido en grasa que tiene 40 calorías.
• Burger King: Si bien es difícil encontrar una comida que valga menos de $ 1, que es lo que cuesta una hamburguesa doble durante las promociones, hay que tener en cuenta las calorías: la hamburguesa con queso doble tiene 460 calorías y 27 gramos de grasa, mientras que una porción de cuatro “tenders” de pollo reúnen 180 calorías. Otra alternativa es pedir una hamburguesa “a la parrilla” (en inglés, flame broiled hamburguer) que tiene 260 calorías.
• Ihop: En lugar de pedir los tentadores panqueques, que tiran por la borda cualquier dieta, se puede optar por un omelette de vegetales, con hongos, pimiento verde y tomate, que tiene 360 calorías.
• Denny´s: Aunque resultan tentadoras, las hamburguesas de gran tamaño, tienen, lógicamente, gran cantidad de calorías. Por ejemplo la hamburguesa de tocino y cheddar, de 15 onzas, tiene 940 calorías; esto no es nada si se la compara con la hamburguesa con queso doble, de 23 onzas, que tiene 1480 calorías. En cambio, se puede elegir una ensalada de pollo grillado (Ensalada Chicken Dix), de 17 onzas, que contiene 290 calorías.
Es cierto que a quién no le gusta tener todo servido, sobre todo cuando el menú trae papas fritas crujientes. Pero, ¿ponerte la ropa que hace años no te entraba no tiene también un sabor tentador? Para eso, la próxima vez que vayas a un local de comida rápida, haz el esfuerzo y lee con atención la información nutricional antes de hacer el pedido. Unos minutos de más, valen el esfuerzo. ¡Tú lo vales!
Fuentes: Healthfinder.gov y sitios institucionales de Mc Donalds, Burger King, Ihop y Denny´s.
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