Sobre la cafeína
Mucho se ha hablado de las desventajas de beber mucho café, una de las fuentes más populares de cafeína. Pero pocas veces se ha realizado un análisis “de género” sobre sus virtudes y defectos.
La International Food Information Council Foundation –la fundación de la entidad que promueve la seguridad alimentaria a nivel nacional y mundial, con sede en Washington, DC– realizó un extenso análisis de este aún controversial tema nutricional.El trabajo fue patrocinado por la Association of Women’s Health, Obstetric and Neonatal Nurses.
“Pese a que los alimentos y las bebidas que contienen cafeína han sido disfrutados durante miles de años, aún existen dudas acerca de los efectos que puede llegar a tener en la salud de las mujeres. De acuerdo con la opinión de especialistas médicos y científicos, las personas sanas pueden consumir cafeína con moderación, sin que produzca ningún efecto contraproducente”, dice en un su prólogo. La moderación sería no consumir más de 300 miligramos al día, a excepción de las embarazadas.
Sí está científicamente comprobado que es un estimulante del sistema nervioso central y también del cardiovascular. Pero, indica el trabajo, este efecto farmacológico es breve ya que el organismo la elimina en pocas horas.
El Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos recomienda limitar su consumo durante el embarazo y el amamantamiento a no más de dos tazas de café descafeinado. Todavía es controversial su impacto en la fertilidad femenina. Y en estudios realizados en los años 90 no se hallaron lazos consistentes entre la cafeína y la aparición de cáncer de mama y el de ovario. En la actualidad se sigue investigando su vínculo con la osteoporosis.
Según explica el Centro Médico de la Universidad de Maryland, “la cafeína se consume ampliamente y se encuentra en forma natural en las hojas, semillas y frutos de más de 60 plantas, entre las que se pueden mencionar, hojas de té, nueces de cola, café y granos de cacao. También se encuentra en el café, té, chocolate, cacao y algunas bebidas cola”.
También expresa que “a menudo, se añade la cafeína a medicamentos que no necesitan receta médica, como analgésicos, supresores del apetito y medicamentos para el resfriado. La cafeína no tiene sabor y puede separarse de un alimento por medio de un proceso químico llamado descafeinización”, proceso que ha desarrollado toda la industria de los productos descafeinados. Los expertos de la Universidad aclaran que la cafeína no es una sustancia que el organismo humano necesite.
En 1984, el Concejo de la Asociación Médica Estadounidense sobre Asuntos Científicos expresó a través de una declaración que el consumo moderado de cafeína no es dañino para la salud.
Fuente: International Food Information Council Foundation; American College of Obstetricians and Gynaecologists, Centro Médico de la Universidad de Maryland.
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