Todo sobre la lipo
De las cinco cirugías más elegidas, la lipoaspiración constituye la tercera, con 245,000 cirugías en un año, luego del aumento de pecho y la cirugía de nariz, según un informe de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos (ASPS, su sigla en inglés), realizado en 2008.
Despejando dudas
La “lipo” constituye una de las cirugías más deseadas por la mayoría de hombres y mujeres con sobrepeso. También conocida por lipoplastia, la liposucción reduce y remodela áreas específicas del cuerpo a través de una cánula o tubo fino que se introduce en el cuerpo para remover los excesos de grasa y luego succionarlos con una aspiradora quirúrgica o una jeringa.
Si bien la hinchazón recién desaparece luego de unos meses, para que puedan comprobarse los resultados es fundamental no aumentar de peso.
Según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, los mejores candidatos para hacerse una lipoaspiración son los adultos que están dentro del 30% de su peso ideal, que poseen piel elástica y buen tono muscular, los no fumadores, y las personas saludables que no tienen ninguna enfermedad crónica o condiciones médicas.
Riesgos que hay que conocer
A pesar de su popularidad, los verdaderos alcances de esta práctica distan bastante de lo que cree el imaginario popular. Aunque su propósito es quitar los excesos de grasa, la lipo no es mágica y si la piel está fláccida, lo seguirá estando luego de la operación.
Por eso se recomienda hacerle todas las preguntas al cirujano, para tener una noción real de lo que la cirugía implica.
Entre los posibles riesgos se incluyen:
• Contornos asimétricos
• Piel floja o “con ondas”
• Pigmentación irregular
• Infecciones
• Grumos de grasa
• Coágulos de sangre
• Excesiva pérdida o acumulación de fluidos
• Cicatrices
• Heridas producidas por el ultrasonido (cuando se utiliza esta técnica)
• Riesgos de la anestesia
• Hematomas
• Cambios de las sensaciones en la piel
• Dolor persistente
• Daños en estructuras profundas como nervios, vasos sanguíneos, músculos, pulmones y órganos abdominales
• Hinchazón persistente en las piernas
• Trombosis profunda en las venas y complicaciones cardíacas y pulmonares
• Posibilidad de tener que repetir la cirugía
A pesar de estos riesgos, parte del éxito de la lipoaspiración depende de los cuidados postoperatorios. Por eso es muy importante seguir al pie de la letra las indicaciones del cirujano. Entre las recomendaciones más frecuentes se puede mencionar no hacer demasiado esfuerzo, ni movimientos bruscos durante la cicatrización.
Fuente: Sociedad Americana de Cirujanos plásticos / www.plasticsurgery.com
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