Adolescente chino vende riñón para conseguir un iPad
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Las autoridades chinas pronto procesarían a un grupo de personas por comerciar con órganos humanos; los culpables fueron identificados luego de haber pagado 3,500 dólares a un chico de 17 años a cambio de su riñón. No obstante, a pesar de esta acción, se teme que los trasplantes ilegales sigan sucediendo en China.
Cinco personas han sido acusadas de tráfico de órganos, por haber participado en una operación ilegal en la que extrajeron el riñón de un adolescente de 17 años a cambio de dinero, informaron agencias de la provincia de Chenzhou, en el país asiático.
Entre los acusados se encuentran un cirujano, un contratista de un hospital y tres agentes que se encargaban de contactar posibles víctimas a través de salas de chat, y de alquilar salas de operaciones para realizar los trasplantes.
Los fiscales de Chenzhou, ya tomaron el caso en sus manos y se espera que los culpables enfrenten cargos por tráfico de órganos y daños a la salud.
El chico, que hasta ahora sólo ha sido identificado por su apellido: Wang, recibió 220,000 yuanes ($3,500 dólares) a cambio del riñón; con el dinero compró un iPhone y un iPad, sin embargo, poco después sufrió una falla renal, y su salud comenzó a deteriorarse rápidamente.
El caso salió a la luz cuando la madre del chico empezó a sospechar: al ver que había comprado tantas cosas, le preguntó de dónde había sacado el dinero, a lo que Wang respondió sin más que había vendido un riñón.
Este caso ha desatado muchas preocupaciones sobre el consumismo entre los jóvenes, sin embargo, no se trataría de un fenómeno aislado: según el Diario del Sur, un periódico chino, cada mes se registran varios casos de personas, sobre todo adolescentes, que aceptan vender órganos para pagar deudas, comprar aparatos tecnológicos o pagar por servicios como abortos y otras operaciones.
Se estima que en China cerca 1.5 millones de personas necesitan un trasplante, sin embargo, sólo se realizan 10,000 cada año; además, pocos chinos aceptan donar sus órganos al morir, por lo que los trasplantes ilegales no son infrecuentes.
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