Las películas tristes y de acción engordan
Cuando nos ponemos melancólicos por un amor que nos rompe el corazón, nos dan ganas de comer lo más dulce o grasoso que encontramos. Pero no sólo pasa en la vida real: si ves dramas en el cine o la TV, también sientes ese deseo, y ahora la ciencia lo confirma.
Si no quieres comer compulsivamente y subir de peso, ten cuidado al ver melodramas. En un estudio realizado por la Cornell University y publicado en JAMA Internal Medicine, examinaron a un grupo de trabajadores de oficina mientras veían “Love Story” (una película triste) y “Sweet Home Alabama” (alegre y divertida ) y hallaron que viendo la primera, las personas comían un 28% más que al ver la segunda, una comedia ligera.
En otro estudio y para confirmar su hipótesis, los científicos también examinaron la cantidad de palomitas de maíz que comían los cinéfilos en un fin de semana de Acción de Gracias en 7 ciudades del país. Y comprobaron que los que compraron palomitas y vieron una película triste ("Solaris") comieron un 55% más que los que vieron una comedia ("My Big Fat Greek Wedding").
Se sabe que el comer por motivos emocionales es diferente al hecho de comer cuando uno tiene hambre. A menudo se desencadena la necesidad en forma compulsiva por la depresión, el estrés, la tristeza o el insomnio. Por eso, muchas veces la obesidad está vinculada a ciertas enfermedades mentales.
Las películas de acción no se quedan atrás. Un estudio de 2014 de la misma universidad, descubrió que el ritmo rápido de estas tramas también lleva a la gente a comer de más. En éste, concluyeron que los estudiantes comían casi el doble de golosinas y galletas mientras veían un segmento de la película de acción “The Island” que al ver “The Charlie Rose Show”.
"Con las películas de acción, la gente parece querer comer al ritmo de la película", dijo Aner Tal, quien partició en el estudio. "Pero también pueden generar el comer emocional, es decir, comer para compensar la tristeza" agregó.
Pero hay una trampa que puede alejarte del peligro: aprovecha el hambre emocional y lleva un cuenco con verduras o frutas al living. “Es una manera rápida de conseguir más alimentos saludables en tu dieta", dijo Brian Wansink, autor del primer estudio mencionado.
Pon en práctica estos pequeños trucos para no sumar libras extra. "Mantén los refrigerios fuera del alcance del brazo, lo ideal es dejarlos en la cocina, y trae sólo al sofá lo que vas a comer, por ejemplo, los vegetales”, sugirió.
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