Volver a ver gracias a un implante
Jennie Brindley, de 58 años, puede distinguir los colores y ver de noche, algo que tenía vedado y que gracias a una nueva lente permanente implantada en su ojo, vuelve a experimentar y a disfrutar.
Crédito: London Eye HospitalEl implante de una lente permanente en el cristalino del ojo permite a las personas con visión muy comprometida, recuperarla en forma permanente.
El London Eye Hospital, en Londres, está implantando esta lente llamada Symfony, que corrige todos los defectos de la visión al mismo tiempo, con lo cual también se evitan los cambios de anteojos en personas con diferentes problemas, y complicadas operaciones en el caso de padecer cataratas.
Tal es el caso de Jennie Brindley, de Londres. "Yo antes no podía hacer nada sin gafas. Pero también veía una nubosidad permanente y llegué a experimentar la pérdida de colores. Además, era imposible para mí para conducir en la noche", dijo Brindley a CBC News. Ella tenía astigmatismo, cataratas y miopía. "Ahora estamos cambiando el color de la puerta de mi casa y pude seleccionar correctamente lo que quería", declaró.
Brindley recibió un implante de lente Symfony que, según la compañía que lo desarrolló, es el primero en corregir todos los defectos a la vez, incluyendo una perfecta visión de lejos, de distancia intermedia y de cerca.
Los cirujanos oculares del Eye London Hospital dicen que esta opción puede ser eficaz en personas con cataratas, y que ofrece una mejor visión sin el halo y el resplandor que caracteriza a la cirugía monofocal estándar en pacientes con este problema.
El implante actúa como una lente del zoom de una cámara, proporcionando una suave transición de ver en forma casi instantánea.
Bobby Qureshi, cirujano del London Eye Hospital, el primero en realizar el implante de Symfony, expresó que la sustitución de la lente natural del ojo por ésta de plástico, es tan segura como una cirugía ocular con láser.
"Y va a durar casi siempre. Todo el mundo obtendrá una buena visión de lejos y de distancia intermedia, y en aproximadamente el 80 a 90% de las personas, serán capaces de leer con comodidad -incluso la letra pequeña- sin gafas", concluyó Qureshi.
Aunque ya están aprobados en Inglaterra, todavía no lo están en EE.UU. La empresa que los desarrolló tiene previsto tramitar la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en el próximo año.
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