Obesidad: crece la tasa en adultos, y no varía en los jóvenes
Siguen muy altas las tasas de enfermedades crónicas causadas por la obesidad, como las deficiencias cardícas, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, la demencia y la artritis. Todas ellas se pueden prevenir si se tiene un peso saludable, advierten los expertos.
Aunque las tasas de obesidad siguieron en aumento entre los adultos de EE.UU. en la última década, éstas se estabilizaron entre los niños y los adolescentes. Así lo informaron investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Más de un 36 por ciento de los adultos y el 17 por ciento de los niños de EE. UU. eran obesos entre 2011 y 2014. Esos son los últimos años con estadísticas nacionales disponibles.
Al analizar las tendencias en el peso desde 1999, los investigadores encontraron que la cantidad de adultos obesos ha aumentado significativamente en los diez últimos años. Las tasas de obesidad adulta aumentaron de poco más de un 32 por ciento en 2003-04 a casi un 38 por ciento en 2013-14, dijo la investigadora líder, Cynthia Ogden, epidemióloga del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC.
Entre los jóvenes de 2 a 19 años de edad, dijo, el 17.2 por ciento de los niños eran obesos en 2014, frente al 17.1 por ciento en 2003. "Básicamente no hay diferencia [en la tasa de obesidad de este grupo]", dijo. La obesidad es una causa importante de enfermedad crónica, incluyendo las enfermedades cardiacas, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, la demencia y la artritis, apuntó el Dr. David Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut.
"Donde hay una prevalencia alta de obesidad, hay tasas altas de enfermedades crónicas prevenibles", lamentó Katz. Quizá los esfuerzos generalizados por alentar a las personas a tener una dieta saludable y a hacer ejercicio estén teniendo un efecto positivo, dijo Katz.
"Pero en realidad no sabremos si funcionan hasta que las tasas de obesidad y de enfermedades relacionadas se reduzcan de forma definitiva", planteó. "Aunque estos nuevos datos son alentadores, todavía no lo hemos logrado". Para al informe, los investigadores usaron datos de las Encuestas nacionales de examen de salud y nutrición. Otros hallazgos clave de 2011-2014 incluyeron:
Más mujeres (alrededor del 38 por ciento) eran obesas que hombres (alrededor del 34 por ciento). No se observaron diferencias sexuales en niños y adolescentes.
Hubo más obesidad en la mediana edad (más o menos un 40 por ciento) y en la tercera edad (un 37 por ciento) que en los adultos jóvenes (alrededor de un 32 por ciento).
Hubo más obesos blancos, negros e hispanos que asiáticos. Casi un 9 por ciento de los niños en edad preescolar eran obesos, en comparación con más de un 17 por ciento de los niños de 6 a 11 años. Más del 20 por ciento de los adolescentes eran obesos.
La obesidad adulta se define como tener un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más. El IMC es un cálculo de la grasa corporal basado en la estatura y el peso. Por ejemplo, una persona de 5 pies y 9 pulgadas (1.75 metros) que pese 203 libras (92 kilos) o más tendrá un IMC de 30. Entre los jóvenes, un IMC en el percentil 95 o más para su edad y sexo se considera obesidad, según los CDC.
Katz, que también es presidente del Colegio Americano de Medicina del Estilo de Vida (American College of Lifestyle Medicine) no se mostró muy abrumado por las estadísticas sobre la obesidad juvenil. "Unas tasas estables de obesidad en la última década son el proverbial vaso medio lleno o medio vacío, dependiendo de la perspectiva", dijo.
El vaso está medio lleno porque la estabilización es una mejora respecto a los aumentos en la obesidad observados durante décadas, señaló. "El vaso está medio vacío porque unas tasas estables no son unas tasas decrecientes, y la prevalencia de obesidad sigue siendo alarmantemente alta", advirtió Katz.
Katz añadió que lo que no está claro es si unas tasas estables significan que la epidemia de obesidad se está tratando de forma efectiva o que todas las personas vulnerables a la obesidad ya son obesas. "Creo que [se trata] de ambas cosas", dijo.
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