EE.UU.: más muertes de mujeres por violencia doméstica
El homicidio es una de las principales causas de muerte para las mujeres menores de 44 años en los Estados Unidos. En el año 2015, el homicidio fue la causa de muerte de 3,519 niñas y mujeres en el país y, en la mayoría de los casos, el asesino fue la pareja o ex pareja masculina.
Las cifras corresponden a un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que analizaron datos de homicidios del Sistema Nacional de Información sobre Muertes Violentas (NVDRS) entre 10,018 mujeres mayores de 18 años en 18 estados entre 2003 y 2014.
Mayoría de mujeres de raza negra
Las mujeres de raza negra experimentaron las tasas más altas de homicidios (4.4 por 100.000 habitantes), seguidas por las índigenas americanas (4.3), hispanas (1.8), blancas no hispanas (1.5) y asiáticas (1.2). La mayoría de esos homicidios se cometió con armas de fuego.
Aproximadamente un tercio de las víctimas de homicidios femeninos (29,4%) tenían entre 18 y 29 años y, en general, eran solteras o no estaba casada al momento de la muerte (38,2%). Esta proporción fue mayor entre las víctimas negras (59,2%).
Según el análisis de los CDC, cinco de cada diez mujeres fueron asesinadas por sus novios, ex parejas o por alguien conocido (55.3%). Y una de cada diez de estas víctimas había vivido algún tipo de violencia un mes antes de su muerte, ya sea por peleas, golpes o amenazas.
En los registros de 2011, el homicidio figuraba entre las primeras 10 causas de muerte entre las mujeres en los Estados Unidos. En la lista figuraban otras circunstancias de muerte como, algunas el cáncer, heridas no intencionales, problemas cardíacos o defectos de nacimiento o suicidio.
Prevención
Al final del reporte, los centros instan a desarrollar normativas estatales para, por ejemplo, limitar el acceso a pistolas a aquellas personas con restricciones por violencia doméstica o enseñar a los jóvenes herramientas para controlar sus emociones y mejorar la forma en que se relacionan con las mujeres.
Según los CDC, los esfuerzos de prevención de la violencia doméstica deben comenzar desde una edad temprana promoviendo la salud y las relaciones respetuosas en las familias, mediante el fomento de las relaciones sanas entre padres e hijos y la creación de dinámicas de familia positivas y entornos que brinden apoyo emocional.
Estos entornos ofrecen bases sólidas a los niños, los ayudan a adoptar interacciones positivas basadas en el respeto y la confianza y a promover la comunicación efectiva y no violenta y la resolución de conflictosen sus relaciones románticas y con sus compañeros. Es igualmente importante continuar abordando las creencias, actitudes y los mensajes que están arraigados profundamente en las estructuras sociales y que crean un clima que perdona la violencia sexual, el acoso y la violencia de la pareja íntima.
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