Para vivir más ¡a sudar se ha dicho!
Si bien, cualquier tipo de actividad física tiene beneficios para nuestra salud, ejercitarse vigorosamente, es decir, llegar al punto en el que la actividad te hace transpirar y respirar con dificultad, podría ser clave cuando de vivir más tiempo se trata, así se desprende de un estudio realizado por el Centro para la Prevención de Enfermedades Crónicas de la Universidad James Cook, en Australia.
Los hallazgos publicados en la revista JAMA Internal Medicine, se basa en los datos de más de 204,000 adultos de 45 años que fueron monitoreados durante más de seis años.
Los participantes fueron divididos en tres grupos en función de sus niveles de actividad física: los que no participa en ninguna actividad vigorosa, los que dijeron que hasta un 30% de la actividad que practicaban era vigoroso (nadar, tenis social o tareas domésticas) y los que más del 30% de su ejercicio era intenso (jogging, aeróbic o tenis de competencia).
De acuerdo a los resultados, la tasa de mortalidad para los participantes que dijeron que hasta el 30% de su actividad física era vigorosa fue 9% más baja en comparación con quienes informaron no participar en ninguna actividad vigorada, mientras que el riesgo de muerte se redujo un 13% entre los que dijeron que más de 30% de su ejercicio fue intenso.
"Los beneficios de una actividad vigorosa valen para hombres y mujeres de todas las edades, independientemente del tiempo total que hayan estado en actividad", resaltó Klaus Gebel, autor principal de la investigación en información difundida por la institución académica.
El especialista advirtió que "quienes tienen alguna limitación médica" y los adultos mayores deben consultar a un médico antes de comenzar a ejercitarse vigorosamente.
La inactividad pasa factura
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. Ello incluye los deportes, el ejercicio y otras actividades, tales como el juego, el caminar, las tareas domésticas, la jardinería o el baile.
Advierte que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Además, es la causa principal de aproximadamente hasta del 25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica.
La OMS asegura que las personas físicamente activas tienen menor frecuencia de cardiopatías coronarias, hipertensión arterial, accidentes vasculares cerebrales, diabetes, cáncer de colon y mama, depresión; así como, menos riesgo de caídas y fracturas vertebrales o de la cadera y más probabilidades de mantener un peso saludable.
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