¿Qué causa que tengas esos temblores?
"¡Pensé que tenía la enfermedad de Parkinson!", exclamó la analista de valores de 65 años.
En los últimos 6 meses, su letra se había deteriorado hasta el punto de que se le dificultaba firmar cheques. Dado que recientemente a un buen amigo suyo le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson, ella temía lo peor.
Empecé a sospechar que su preocupación carecía de fundamento cuando noté que le temblaban las dos manos y que tenía un ligero movimiento "de vaivén" de la cabeza, dos signos que son poco comunes en la enfermedad de Parkinson.
Y que al caminar a la sala de exámenes, su forma de andar era normal y balanceaba los brazos sin problema, para nada se parecía al movimiento rígido y vacilante que tantas veces se ve con el mal de Parkinson.
El examen no mostró ninguna de las otras manifestaciones distintivas del Parkinson, la típica expresión facial de máscara, el patrón lento y monótono del habla y la sensación similar a un trinquete que siente el examinador al flexionarle y extenderle los brazos al paciente.
Es más, los temblores de sus manos parecían mejorar en reposo y empeorar cuando se le pedía que hiciera la prueba de "tocarse la nariz con el dedo".
El diagnóstico fue inequívoco: Ella padecía de temblor esencial, un problema del sistema nervioso que causa temblores involuntarios, que por lo general comienza en las manos.
Investigando la causa
La causa del temblor esencial sigue siendo incierta, aunque puede afectar hasta el 1% de la población en todo el mundo. Por lo general, comienza al final de la edad madura y, a menudo empeora a pesar de los intentos de suprimir los síntomas.
Las extremidades, la cabeza y hasta la voz pueden temblar tanto como para interferir con actividades como comer, vestirse, hablar y usar el baño.
El temblor esencial a menudo se le denomina temblor benigno en el sentido de que no es una enfermedad potencialmente mortal. Sin embargo, muchos que lo padecen lo consideran todo menos benigno.
El estigma social puede llevar a la depresión y obligar a algunos a jubilarse antes de tiempo. La fallecida Katharine Hepburn fue una valiente excepción; la actriz continuó actuando y tuvo una vida pública activa a pesar del temblor avanzado y bastante severo de su cabeza.
Estudios recientes han demostrado una posible causa genética. Nuestra analista de valores logró recordar que las manos de su abuelo "temblaban un poco".
No hay pruebas de laboratorio o de fácil acceso para el temblor esencial, de tal modo que el diagnóstico tiene que establecerse clínicamente y mediante pruebas selectivas para descartar otras enfermedades, en su mayoría obvias, que causan temblores.
Estos incluyen cualquier enfermedad grave de larga duración que provoque debilidad o desgaste muscular, como el cáncer. La tiroides hiperactiva produce un temblor fino de la mano (en contraste con los movimientos toscos que se observan en el temblor esencial), y los análisis de sangre confirman fácilmente el diagnóstico.
Algunos medicamentos, como el bupropión (Wellbutrin y genéricos), la cafeína, el litio, el metilfenidato (Ritalin y genéricos) y la pseudoefedrina, pueden causar temblores.
Varias toxinas, entre otras el plomo y el mercurio, también pueden causarlos. Pero, en general, el contendiente más parecido al temblor esencial es la enfermedad de Parkinson, un trastorno progresivo del movimiento causado por un déficit de neurotransmisores en una parte específica del cerebro.
El tratamiento de los temblores
Hay tratamiento disponible para las personas que padecen de temblor esencial leve que puede serles de utilidad. Una pequeña cantidad de alcohol puede disminuir los síntomas durante una o dos horas en la mayoría de las personas con esta afección. Si bien, esa no es la forma ideal de controlar el trastorno a largo plazo, en ocasiones puede ser útil.
Los pilares del tratamiento médico son el propranolol (Inderal y genérico), un betabloqueador que también se usa para tratar la hipertensión, dolor en el pecho y migrañas; y primidona (Mysoline y genérico), un medicamento para la epilepsia que también es útil en los trastornos del movimiento.
Además, se han usado varios tranquilizantes y medicamentos contra la ansiedad debido a que el temblor tiende a empeorar en situaciones que producen tensión.
En algunos casos muy graves, se utilizan hoy en día técnicas quirúrgicas, como la estimulación cerebral profunda y la ablación por calor.
El alivio de la analista de valores, al saber que no tenía la enfermedad de Parkinson, fue casi suficiente para mejorar sus temblores. Ella rechazó los medicamentos que le ofrecí.
Sin embargo, ahora ella acostumbra tomar una copa de vino cuando sale a cenar. La única molestia que aún tiene es llevarse el vaso a los labios para el primer sorbo, después de eso, suele estar bien.
Nota del editor: Este artículo también apareció en la edición de agosto de 2018 de Consumer Reports en temas de Salud.
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