Estudian el sueño perfecto en comunidades indígenas
Varios equipos de científicos estudiaron cómo y cuánto duermen tres comunidades adonde no ha llegado la tecnología y hallaron resultados sorprendentes que podrían derribar algunos mitos sobre el insomnio en la vida moderna.
Crédito: UCLASiempre se dijo que nuestros antepasados dormían 8 horas y que la tecnología con sus dispositivos y luz ultravioleta es una de las culpables de que se duerma menos.
Si es así, las comunidades más primitivas, alejadas de estos avances, deberían dormir más. Para comprobar si esto es cierto, un equipo de científicos liderado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) estudió los patrones de sueño en pueblos cuyo estilo de vida se parece mucho al de nuestros antepasados.
Lo que encontraron tras estudiar a casi 100 personas durante 1,165 días, habitantes de las tribus Hadza de Tanzania, San de Namibia y Tsimane de Bolivia, desafía la creencia actual acerca de los hábitos de sueño de los humanos preindustriales.
Por un lado, el sueño promedio en total fue de alrededor de 6,5 horas y casi sin siestas. "El argumento siempre ha sido que la vida moderna redujo nuestro tiempo de sueño por debajo de la cantidad de nuestros antepasados, pero nuestros datos indican que esto es un mito", dijo Jerome Siegel (foto, junto a una tribu en Tanzania) líder del equipo de investigación y profesor de psiquiatría en el Instituto Semel de Neurociencia y Comportamiento Humano la UCLA. Siegel es experto en temas del sueño, lo estudia desde hace 40 años.
Pero en el estudio sí se reafirman algunas ideas comunes sobre el sueño y la salud, entre ellos, los beneficios de la luz de la mañana, un dormitorio fresco y un horario constante.
Razones científicas para dormir desnudo
Siegel comenzó a estudiar el sueño entre los pueblos tradicionales hace 2 años, y ayudado por otros investigadores distribuyó dispositivos de vigilancia especiales para medir las horas de sueño y los tiempos de vigilia.
Y observó caer el gran mito de que en épocas anteriores la gente se iba a la cama con la puesta del sol. Los habitantes de las tribus permanecieron despiertos alrededor de 3 horas y 20 minutos después del atardecer.
"El hecho de que todos nos quedemos despiertos varias horas después de la puesta del sol es absolutamente normal y no parece ser nuevo, aunque las luces eléctricas pueden haber ampliado aún más este período de vigilia natural", dijo Siegel.
La mayoría de los participantes dormía menos de 7 horas cada noche, registrando un promedio de 6 horas y 25 minutos. La cantidad varió con las estaciones del año, en verano dormían 6 horas y en invierno, alrededor de 7 horas.
A la cama que se hace tarde
¿Qué hay de cierto con las 8 diarias aconsejadas por la mayoría de los expertos? "Hay una idea de que todos deberíamos estar durmiendo 8 ó 9 horas por la noche y que si se toma distancia de la tecnología moderna, la gente estaría durmiendo más", dijo Gandhi Yetish, de la Universidad de Nuevo México, "Pero ahora, por primera vez, estamos demostrando que no es cierto" agregó.
Los habitantes de las tribus estudiadas no sólo duermen poco, sino que gozan de buena salud. Presentaron niveles más bajos de obesidad, hipertensión y aterosclerosis que las personas en las sociedades industrializadas, y mayores niveles de aptitud física.
El insomnio es tan raro que los indígenas no tienen una palabra para nombrar el trastorno que afecta a más del 20% de los estadounidenses.
Los científicos encontraron otra gran culpable de la falta de sueño o del dormir mal: la temperatura. Las personas estudiadas sistemáticamente dormían durante el periodo nocturno donde más bajaba la temperatura ambiente, y se despertaban con el registro más bajo de las 24 horas, con lo cual surge otro enemigo del sueño, el control del clima del hogar.
Y para finalizar, el equipo se sorprendió al encontrar que los tres grupos recibían exposición a la luz máxima de la mañana, que podría tener el papel más importante en la regulación del estado de ánimo y el reloj interno del cerebro. "Muchos de nosotros pueden estar sufriendo la falta de este antiguo patrón", dijo Siegel.
El experto cree que este estudio nos dará más ideas a la hora de definir una buena noche de sueño. "Es peligroso que la gente crea que debemos dormir 2 ó 3 horas más de lo que estamos durmiendo ahora", dice, sobre todo si esto eleva el uso de somníferos, un arma de doble filo.
"En condiciones ideales, la gente debe ir a dormir cuando está cansada y despertar con regularidad, pero sin un reloj de alarma", dijo Siegel. "Si haces esto y duermes solamente 6 horas por noche, no hay razón para preocuparte” concluyó.
La investigación contó con el apoyo de la Universidad de Yale, la Universidad de California en Santa Bárbara, la Universidad de Nuevo México y la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica. El equipo recibió el patrocinio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y la Fundación Nacional de Investigación de Sudáfrica.
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