Cómo preparar 5 remedios caseros con ajo
Seguro que en la alacena de tu casa el ajo es un ingrediente imprescindible y el protagonista de numerosos platos y guisos. Quién diría que algo tan pequeño y común, puede tener usos más allá de los culinarios y propiedades medicinales que sirven, entre otras cosas, para eliminar el acné, aliviar las hemorroides o combatir la gripe.
El ajo era usado como remedio natural mucho antes de ser un condimento. Hipócrates, un gran médico de la antigua Grecia, recomendaba utilizar ajo para tratar las infecciones y la inflamación. En 1858 el químico francés Luis Pasteur probó científicamente que el ajo podía matar a las bacterias. Por su olor característico, se decía también que era una potente arma contra los vampiros.
Y es justo la molécula responsable de su característico e inconfundible olor, la alicina, la que le confiere muchas de sus propiedades. En un ajo fresco y pelado, la alicina se encuentra en concentraciones bajas, sin embargo, cuando el ajo se corta o se tritura, la alicina se forma en cantidades abundantes.
Es muy importante que tengas en cuenta que la cocción destruye la capacidad del ajo de producir alicina. De acuerdo con la Dra. Suhasini Modem, de la Universidad Estatal Wayne en Michigan, EE.UU., puedes evitar que pierda sus propiedades si primero lo picas y lo dejas reposar por lo menos 15 minutos antes de usarlo en alimentos o remedios.
Así que toma nota y aprovecha todo el potencial del ajo con estos cinco remedios caseros.
#1 Adiós al acné
Si deseas deshacerte rápidamente del acné, el ajo crudo puede ser una excelente opción natural, toda vez que es rico en azufre. El azufre ha sido usado por largo tiempo en el cuidado de la piel. Su acción fungicida y antibacteriana es ideal para matar las bacterias que causan el acné.
Existen dos formas, en las que puedes sacarle provecho al ajo. Puedes utilizarlo de forma tópica o externamente. Para ello lava bien tu cara. Pela y parte un diente de ajo y frota sobre las zonas a tratar. Deja actuar entre 5 y 10 minutos, y posteriormente enjuaga con abundante agua.
En pieles sensibles puede causar un poco de irritación. También puede incluir en tu dieta regular el consumo de un diente de ajo. Puedes partirlo en varios pedazos y tragarlo como si fuera una pastilla o añadirlo crudo a ensaladas.
#2 Contra las hemorroides
Los compuestos sulfúricos del ajo que ayuda a reducir la inflamación, hacen del ajo un excelente aliado para aliviar las hemorroides (venas hinchadas, inflamadas alrededor del ano o la parte inferior del recto).
Debes machacar perfectamente dos dientes de ajo y ponerlos a hervir en dos tazas de agua durante 30 minutos. Una vez que enfríe un poco aplica compresas sobre las hemorroides. Otra opción es colocar un diente de ajo pelado dentro del recto y dejarlo toda la noche.
#3 Aliado contra las várices
Si estás sufriendo de varices y quieres saber cómo quitarlas, debes saber que el ajo es un importante activador de la circulación sanguínea. Con el ajo lograrás desdibujar las várices y al mismo tiempo desinflamar la zona con venas varicosas. Simplemente debes machacar 3 dientes de ajo y añadir alcohol, la mezcla se debe dejar macerar por 21 días y posteriormente hay que frotarla suavemente en todas las partes con várices.
#4 Elimina las lombrices
Comer un par de dientes de ajo fresco a diario o añadirlo a las comidas puede ser la solución que estas buscando para eliminar los parásitos intestinales.
De acuerdo con el Centro Médico de la Universidad de Maryland, en EE.UU., el ajo crudo combate de forma natural los parásitos y los gusanos intestinales, particularmente las lombrices.
Puedes preparar este remedio cortando tres dientes de ajo en trozos muy pequeños, colócalos en un vaso y añade agua muy caliente. Deja reposar toda la noche y bebe el agua en ayunas a la mañana siguiente.
#5 Dile adiós a la gripe y la tos
Para que la gripe no se asome por tu ventana puedes aprovechar el efecto protector del ajo.
Según un estudio de la Universidad de Florida, EE.UU., comer ajo aumenta el número de linfocitos T en la sangre, las células responsables de la respuesta inmune de nuestro cuerpo, lo que te brindaría protección natural contra los virus de la gripe.
Si lo que deseas es calmar la tos, la sabiduría popular atribuye al ajo un poderoso efecto descongestionante de las vías respiratorias y propiedades expectorante.
Bebe una infusión de ajo o bien, añade a un vaso con agua caliente un diente de ajo picado (déjalo reposar durante 5 minutos antes de beber) pueden serte de gran ayuda para fortalecer el sistema inmunológico y hacer frente a la tos.
Acá puedes encontrar más razones para que el ajo nunca falte en tu alacena.
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