Un peligro silencioso durante el embarazo
En el embarazo existen muchos cambios dentro del organismo de la mujer y algunos de ellos favorecen que sea más propensa a presentar algunos padecimientos, en este caso que presente infecciones de vías urinarias.
La orina se forma en los riñones, de ahí pasa hacia la vejiga por unos conductos llamados uréteres y de la vejiga sale al exterior por medio de la uretra. Así esta formado el sistema urinario.
Debido a que en el embarazo hay predominio de una hormona llamada progesterona que produce relajación del músculo liso haciendo que se retenga más fácilmente orina en la vejiga y que haya reflujo de la orina hacia los uréteres.
Así como también por compresión del útero sobre el uréter derecho favorece que haya retención de orina y una hidronefrosis renal (que el riñón también retenga más orina).
La bacteriuria asintomática en el embarazo es una infección de las vías urinarias que no da síntomas y sólo se puede detectar a través de un urocultivo.
Este examen reportará la existencia de más bacterias en orina, para ser más precisos para que esto ocurra debe de haber más de 100,000 unidades formadoras de colonias de un mismo microorganismo en la orina. Encontrándose hasta en el 4% de todos los embarazos.
Este estudio es por lo tanto importante que te lo realices a partir de la semana 12 a 16 del embarazo como parte de tu control prenatal, ya que representa un riesgo significativo para la salud.
Se ha visto asociada la bacteriuria asintomática a casos de parto pretérmino, ruptura prematura de membranas, con todo lo que esto conlleva en cuanto a las complicaciones enfermedades en niños que nacen antes de tiempo así como con bajo peso al nacer.
También debido a que es una infección silenciosa, favorece a desarrollar una cistitis (inflamación de la vejiga por dicha infección, en la que ahora sí da síntomas).
O se puede desarrollar en una pielonefritis aguda que es una infección de vías urinarias superiores, específicamente una infección en el riñón y eso es un problema serio ya que es una causa importante de internamiento hospitalario en mujeres embarazadas que afecta el estado de salud tanto de la madre como del bebé.
Otros efectos adversos asociados a este problema son anemia materna, hipertensión arterial.
Dentro de los factores de riesgo a considerar se encuentran haber tenido antes de estar embarazada infecciones de vías urinarias, la raza negra, diabetes mellitus ya sea previo al embarazo o diabetes gestacional.
Por lo que es importante que sepas esto ya que un 80% de las complicaciones de esta enfermedad como parto pretérmino y ruptura prematura de membranas se pueden evitar si se diagnostica y trata de forma oportuna.
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