Un parásito eleva el riesgo de suicidio en mujeres
Las mujeres se preocupan por el toxoplasma, un parásito común en los desechos de los gatos y en la carne cruda, por los problemas que causaría durante el embarazo. Sin embargo, ahora tendrían más razones para temerle: la infección por este parásito haría a las mujeres más propensas a autolesionarse e incluso suicidarse.
La infección por toxoplasma (toxoplasmosis) haría a las mujeres más propensas a perpetrar actos de violencia contra sí mismas, especialmente bajo la forma de autolesiones o suicidio, según lo hallado en un estudio publicado en los Archives of General Psychiatry.
“A partir de esto, podríamos considerar la toxoplasmosis como un factor de riesgo de comportamiento violento en las mujeres; además, la gravedad de la infección influiría en el tamaño del riego”, explica el Dr. Teodor T. Postolache, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, y uno de los autores principales del estudio.
Para la investigación se dio seguimiento durante 14 años a un grupo de 45,271 mujeres; todas se habían convertido en madres durante los primeros años del estudio, pero sólo el 27 por ciento de ellas estaba infectado con toxoplasma.
Al final, los investigadores observaron que quienes habían padecido toxoplasmosis eran casi dos veces más propensas a cometer actos de violencia contra sí mismas, en comparación con quienes no habían sido infectadas; asimismo, se halló que las mujeres infectadas también eran 81 por ciento más propensas a llevar a cabo intentos de suicidio.
Además, los científicos notaron que el riesgo de comportamiento violento era mayor para las mujeres que habían sufrido infecciones graves o crónicas.
Para el Dr. Postolache y su equipo, aún no es claro cómo es que el toxoplasma estaría vinculado con un riesgo mayor de autolesiones y suicidio, sin embargo, creen que este parásito afecta partes clave del cerebro.
De acuerdo con el investigador, "El toxoplasma afecta la amígdala y el córtex prefrontal, áreas del cerebro vinculadas con las emociones y el comportamiento; los cambios que el parásito produce en estas zonas son semejantes a los que padecen las personas con problemas de comportamiento y actitudes autodestructivas".
No obstante, los científicos advierten que los resultados no pueden considerarse como una relación causa-efecto: "Dado que no conocemos a fondo cómo se relacionan el toxoplasma y el suicidio, no podemos decir que uno causa al otro, sólo podemos considerarlo como un factor de riesgo", destaca el Dr. Postolache.
"Harían falta mayores investigaciones para conocer mejor la relación entre el toxoplasma y el suicidio; tal vez, en un futuro, estos estudios nos ayuden a comprender el cerebro de los suicidas y nos sirvan para salvar la vida de miles de personas", concluye el investigador.
Según informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se estima que en el país cerca de 60 millones de personas están infectadas con toxoplasma; aunque muchos no presentan síntomas graves, las personas con un sistema inmune debilitado son más propensas a padecer complicaciones.
El toxoplasma suele contraerse principalmente por la ingesta de alimentos contaminados, especialmente carne cruda o poco cocida, y frutas y verduras mal lavadas. Los gatos de compañía también pueden ser una fuente de infección: si un gato se infecta de toxoplasma, sus heces pueden transmitir el parásito.
En el embarazo, la infección por toxoplasma puede afectar al feto provocándole ceguera y problemas mentales.
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