Con 92 años es maratonista y venció al cáncer
Desde los 77 participa en maratones y reúne fondos para la Sociedad de Leucemia y Linfoma. En la partida de una de las carreras largó con el ganador de las maratones de Nueva York y Boston.
Crédito: Getty ImagesLa corredora participó el 31 de mayo en la maratón de San Diego Rock’n Roll y es la mujer de más edad en el mundo en completar una carrera competitiva de 26 millas y 385 yardas, según Runner’s World (ficha debajo).
Thompson empezó a correr a los 77 y desde entonces participa en todas las carreras que puede. Solo faltó a una, ya que estaba bajo un tratamiento peleando contra el cáncer.
Esta enfermedad afectó enormemente su vida, ya que le quitó a su esposo y luego la atacó a ella misma. Tuvo que soportar dolores en sus piernas a causa de un tratamiento por un carcinoma, y aún así, entrenar para correr. Ya recuperada, participa en maratones a beneficio de la Sociedad de Leucemia y Linfoma, y en los años que lleva compitiendo logró reunir más de $100,000 dólares para la entidad.
Su hijo Brenny, de 56 años, corre a menudo con ella y la asiste cuando necesita algo: agua, vaselina, Gatorade, barras energéticas, bananas, naranjas o una rosquita. Pero este año tuvo un acompañante de lujo: Meb Keflezighi, corredor de élite y ganador de las maratones de New York y Boston.
Pero durante la carrera, ella misma fue también una celebridad ya que todos se peleaban por sacarse selfies a su lado. “Como soy tan vieja, todos quieren sacarse una foto conmigo”, declaró Harriette a Runner’s World.
Su récord superó al de Gladys Burrill, que a los 92 años y 19 días corrió en 2010 la Maratón de Honolulu, y cumplió el trayecto en 9 horas 53 minutos y 42 segundos, Harriette le lleva la delantera en todo sentido, ya que es 3 meses mayor, y por eso tal vez, una corredora mucho más “experimentada”. Quienes la conocen dicen que tiene una genética privilegiada, come bien y hace una vida sana.
Henriette fue concertista de piano y tocó tres veces en el Carnegie Hall. Cuando corre va repasando mentalmente alguna de las partituras que interpretó. “Creo que la disciplina del piano me ayuda en las carreras”, sostiene.
“Si sigo viva, volveré el año próximo”, declaró la mujer de tras cruzar la línea de llegada. Lo hizo con una gran sonrisa, y luego retocó sus labios con un vivo color rojo.
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