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Cómo prevenir las muertes infantiles asociadas al sueño

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El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es la muerte repentina e inesperada de los niños menores de 1 año.

Las tasas de SMSL se redujeron considerablemente en todo el mundo desde que los profesionales comenzaron a compartir consejos sobre cómo dormir al bebé y qué cuidados se debían tener en ese entorno. Recientemente, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) actualizó esa lista de recomendaciones en un informe publicado en Pediatrics.

Los expertos aseguran que el SMSL tiene un mayor riesgo de ocurrir entre los dos y cuatro meses de edad, afecta más a los niños que a las niñas y suele darse durante el invierno.
Son muchas las causas responsables de las muertes neonatales, como partos prematuros, complicaciones relacionadas con el parto (incluida la asfixia perinatal), infecciones y defectos congénitos.

Desde el final del período neonatal y durante los primeros 5 años de vida, las principales causas de muerte son la neumonía, diarrea, defectos congénitos y paludismo. "La malnutrición es el factor concomitante subyacente que agudiza la vulnerabilidad de los niños a las enfermedades graves", informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En las últimas décadas se observó un descenso importante en el número de muertes de recién nacidos (pasó de 5 millones en 1990 a 2.4 millones en 2019). Muchos expertos coinciden en que esto se debe a que las autoridades sanitarias comenzaron a compartir consejos sobre cómo dormir a los bebés, principalmente al recomendar que duerman en posición supina (espalda).

Aunque adoptar esta posición para reducir el riesgo de SMSL parece una obviedad, durante mucho tiempo no solo no se recomendaba, sino que tampoco se ponía en práctica en los hospitales.

Un trabajo publicado en 2003 en Anales Españoles de Pediatría realizó encuestas en 213 hospitales de América Latina y el Caribe para conocer cómo se acostaba a los recién nacidos.

Los autores se encontraron con los siguientes resultados: en 18 (8.5%) se acostaba a los niños sanos boca abajo, en 104 (48.8%) de costado, en 53 (25.2%) boca arriba y en 37 (17.5%) no se adoptaba una posición definida o las respuestas fueron inconsistentes.

Con respecto a las recomendaciones a los padres, en 54 hospitales (25.7%) se recomendaba la posición boca arriba, en 16 (7.6%) boca abajo, en 124 (59%) de costado y en 16 (7.6%) no se daban directamente recomendaciones.

Cada año en EE. UU. ocurren aproximadamente 3.500 muertes de bebés relacionadas con el sueño, según la AAP. El riesgo de muerte infantil es hasta 67 veces más alto cuando duermen con otra persona en un sofá o sillón, y 10 veces más alto cuando duermen con otra persona que está cansada o que usa medicamentos para dormir, drogas ilegales o que fuma.

"Hemos logrado grandes avances en aprender qué mantiene a los bebés seguros durante el sueño, pero todavía queda mucho trabajo por hacer", aseguró la doctora Rachel Moon, profesora de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, y autora del nuevo informe de la AAP.

"La muerte de un bebé es trágica, desoladora y, con frecuencia, prevenible. Si hemos aprendido algo, es que la sencillez es lo mejor: los bebés siempre deben dormir solos en una cuna o moisés, de espaldas, sin juguetes, almohadas, mantas u otras ropas de cama blandas", añadió Moon en un comunicado de prensa.

Cómo reducir el riesgo de SMSL

Para reducir el riesgo de muerte infantil relacionada con el sueño, la AAP recomienda:

  • Colocar a los bebés en posición supina cada vez que duerman hasta que cumplan 1 año. Dormir de lado o boca abajo no se considera seguro.
  • Las superficies para dormir deben ser firmes, planas y no inclinadas para reducir el riesgo de asfixia. 
  • La alimentación debe ser con leche materna, ya que se asocia a un menor riesgo de muerte infantil relacionada con el sueño.
  • Los bebés pueden dormir en la habitación de los padres, cerca de sus camas, pero en una superficie separada diseñada exclusivamente para ellos (preferentemente durante al menos los primeros 6 meses). 
  • Mantener lejos del área de sueño del bebé objetos blandos como almohadas, juguetes similares, edredones, cubrecolchones, sábanas no ajustadas, o ropa suelta, ya que pueden aumentar el riesgo de asfixia o estrangulación. 
  • Usar chupete cuando la lactancia materna esté firmemente establecida. Los bebés que no están siendo amamantados directamente pueden comenzar a usar el chupete tan pronto como lo deseen. 
  • Evitar la exposición al humo y la nicotina, así como el consumo de alcohol, marihuana, opioides y drogas ilícitas durante el embarazo y después del parto. 
  • Evitar el sobrecalentamiento y cubrirles la cabeza a los bebés. 
  • Las personas embarazadas deben obtener atención prenatal regular, esto brinda la oportunidad para que médicos y personal clínico no médico aconsejen a los futuros padres sobre prácticas seguras para dormir y ayudarlos a manejar comportamientos de alto riesgo.
  • Vacunar a los bebés siguiendo las pautas de la AAP y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). No hay evidencia de que exista una relación causal entre las vacunas y el riesgo de muerte infantil relacionada con el sueño.
  • Evitar el uso de dispositivos comerciales que no concuerden con las recomendaciones de sueño seguro, especialmente aquellos que afirman reducir el riesgo de muertes relacionadas con el sueño. 
  • No usar monitores cardiorrespiratorios domésticos como estrategia para reducir el riesgo de muerte infantil asociada al sueño. Existe la preocupación de que el uso de estos monitores lleve a la complacencia de los padres y disminuya el cumplimiento de las pautas de sueño seguro. 
  • Los bebés deben pasar tiempo despiertos boca abajo para promover el desarrollo infantil y minimizar el síndrome de cabeza plana, siempre bajo supervisión de los padres.
  • No recurrir al fajado (uso del pañal o de envolver al bebé en mantas liviana para calmarlo y fomentar la posición supina). 
  • Los médicos, profesionales clínicos no médicos, personal hospitalario y proveedores de cuidado infantil deben respaldar y ejemplificar pautas para el sueño infantil seguro desde el comienzo del embarazo.

Desde la AAP también destacan que es importante que los medios y fabricantes sigan estas pautas de sueño seguro en sus mensajes, publicidades, producción y ventas para promover prácticas de sueño seguro como norma social.

Fuentes consultadas: Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), Anales Españoles de Pediatría, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Clínica Mayo, Organización Mundial de la Salud (OMS).


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