¿Se puede curar la próstata agrandada?
Crédito: El tratamiento para la próstata agrandada varía según el paciente.
Tener dificultad para orinar puede ser la primera señal de una afección en tu próstata. Si, además, eres mayor de 50 años y en las noches debes levantarte con frecuencia para ir al baño y tu flujo de orina es débil, lo más probable es que se haya agrandado.
El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por su sigla en inglés) explica que a medida que los hombres envejecen es común que tengan que lidiar con la hiperplasia prostática benigna (HPB), es decir, el agrandamiento de la próstata. Esto se deba a que mientras el cuerpo envejece, la próstata sigue creciendo.
Además de las molestias al orinar, el agrandamiento puede llegar a causar el bloqueo de las vías urinarias, porque la próstata oprime la uretra. La orina pasa de la vejiga a través de la uretra y la presión podría afectar el control de la vejiga, así como otros problemas en los riñones o infecciones urinarias.
La necesidad frecuente y urgente de orinar, la dificultad para que salga el chorro de orina o tener la sensación de querer volver a orinar, cuando acabas de hacerlo también son síntomas de próstata agrandada, al igual que gotas de sangre en la orina. Uno o varios de estos síntomas son suficiente para que acudas a un especialista en busca de un diagnóstico, pues, si no se tratan a tiempo, ir al baño puede llegar a ser una verdadera pesadilla.
Las posibles soluciones
Hay fármacos capaces de reducir o relajar el tamaño de la próstata para que no obstruya la abertura de la vejiga. De acuerdo a la Red de Salud Hormonal, están los inhibidores de reductasa, que ayudan a aumentar el flujo de orina y reducir el tamaño de la próstata, y los bloqueadores alfa-adrenérgicos, que aumentan el flujo de orina y reducen la urgencia y necesidad de orinar durante la noche.
También hay instrumentos que permiten al médico extirpar algunas partes de forma no quirúrgica y sin que el paciente tenga que ser internado en un hospital; este tratamiento se conoce como procedimiento transuretral. Estos tratamientos no quirúrgicos funcionan cuando se diagnostica a tiempo la próstata agrandada, pero si los síntomas avanzan y se agravan, impidiendo que el paciente pueda orinar, se debe considerar una intervención quirúrgica.
Entre las cirugías más comunes están la láser y la prostatectomía abierta; en estos casos, se extirpan partes de la próstata para mejorar el flujo de orina. Cada procedimiento tiene sus beneficios, según la edad, la anatomía y otras características del paciente, explica la uróloga de la Clínica Cleveland Smita De, en un informe de la institución .
Hay un procedimiento menos conocido que se llama enucleación con láser de holmio de la próstata (HoLEP) y, según la uróloga, tiene algunos beneficios, en comparación con otros procedimientos. Al realizarlo, se requiere que el paciente esté menos tiempo en el hospital, hay menos riesgo de sangrado, tasa de retratamiento es 2% y puede tratar eficazmente próstatas muy grandes (no todos los tratamientos funcionan en estos casos).
Pero ningún tratamiento es perfecto. "No creo que sea una situación única para todos, cuando se trata de elegir un procedimiento. Diferentes cirugías son apropiadas para diferentes pacientes. Querrás hablar con su médico para comprender su situación y determinar qué funcionaría mejor para tratar tu BPH", agregó la especialista.
Más para leer sobre próstata:
© 2024 Pan-American Life