Cuidado: tu hijo podría tener anemia
La anemia es una enfermedad en la cual los glóbulos rojos del cuerpo disminuyen por debajo del nivel normal para la edad del niño. Muchos padres ignoran que a los bebés, a los niños y a los adolescentes también los puede afectar.
Un niño que tiene anemia no tiene suficientes hemoglobina, que es una proteína que permite que los glóbulos rojos transporten oxígeno a otras células del cuerpo. Cerca del 20% de los niños en Estados Unidos serán diagnosticados con anemia en algún momento.
La anemia se puede presentar si el niño no produce el número suficiente de glóbulos rojos como consecuencia de una dieta pobre en hierro, por ejemplo. También aparece cuando se destruye una gran cantidad de glóbulos rojos, a raíz de de una enfermedad subyacente o si ha heredado algún trastorno de estos glóbulos. Finalmente, puede ser causada por la pérdida de glóbulos rojos a causa de un sangrado (hemorragia), como en una menstruación abundante o por perder sangre a largo plazo por alguna afección.
Las señales
La Academia Americana de Pediatría (AAP) explica que cuando hay anemia, el niño puede verse pálido y sentirse irritable, cansado o débil. También puede haber aumento de la frecuencia cardíaca, falta de aliento o dificultad para respirar, mareos, dolor de cabeza, lengua adolorida o inflamada, ictericia o coloración amarillenta de la piel, ojos y boca y crecimiento lento, entre otros.
Aunque estos síntomas no se deben tomar a la ligera, por lo general es fácil de tratar, más aún si se detecta temprano. La forma de diagnosticarla es a través de un examen de sangre de rutina que incluye hemoglobina y hematocrito o recuento sanguíneo completo (a veces aparece aunque no haya síntomas).
Los tratamientos van desde tomar suplementos con hierro y medicamentos hasta hacer transfusiones de sangre y trasplantes de células madre. Todo dependerá de los síntomas, la edad y la salud general de tu hijo.
La prevención
Un informe del hospital Cedars Sinai explica que la anemia en los niños puede traer complicaciones que varían según las causas. En general son pocas, pero en ciertos casos las complicaciones son frecuentes y graves como problemas de crecimiento y desarrollo, dolor en las articulaciones e hinchazón, insuficiencia de la médula ósea y leucemia u otros cánceres
Aunque hay algunos tipos de anemia se heredan y no se pueden prevenir, cuando es producida por deficiencia de hierro si se pueden tomar medidas para evitarla.
Cuando se trata de bebés, lo mejor es alimentarlo con leche materna, pues de allí obtendrá suficiente hierro. Si le vas a dar fórmula, que sea con hierro agregado. Y no le des leche de vaca hasta después del primer año de edad; esta no tiene suficiente hierro.
En la la dieta de los niños se deben los incluir alimentos ricos en hierro. Entre las buenas fuentes de este nutriente están los cereales (también los que son enriquecidos), las yemas de huevo, las carnes rojas, las papas, los tomates, las verduras de hoja verde y las pasas.
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