Oaxaca prohibió la venta de comida chatarra a niños
El estado mexicano de Oaxaca prohibió la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas a los niños, en un intento por controlar y reducir una de las principales problemáticas de salud del país: los altos niveles de obesidad y diabetes. En México, 1 de cada 3 niños y niñas padece sobrepeso u obesidad.
Oaxaca es el estado mexicano con la tasa de obesidad infantil más alta y la segunda tasa más alta en adultos. Asimismo, aproximadamente el 70% de la población mexicana tiene sobrepeso, en comparación con el 20% que lo tenía en 1996, según informa un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
La nueva ley busca controlar esta problemática, prohibiendo la venta, distribución y promoción de bebidas azucaradas y comida chatarra a menores de edad. También se aplicará a las máquinas expendedoras en las escuelas.
Aunque la aprobación de la ley fue bien recibida por los legisladores y autoridades sanitarias, donde ya se contaba con declaraciones como la del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, quién aseguró que las bebidas azucaradas son "veneno embotellado"; otras partes no se mostraron de acuerdo.
Cámaras y asociaciones nacionales y estatales expresaron que la decisión dañará a toda la cadena de valor de la industria agroalimentaria, incluidos productores artesanales y pequeños comercios. Sobre esto, la legisladora que presentó el proyecto de ley, Magaly López Domínguez, explicó que la idea no es dañar a los comerciantes o vendedores ambulantes, quienes podrán seguir vendiendo bebidas azucaradas y comida chatarra, pero no a los niños.
Suele categorizarse como comida "chatarra" a las bebidas o alimentos que tienen grandes cantidades de sal, azúcar o grasas, poseen aditivos químicos, como saborizantes o colorantes, son poco o nada nutritivos en comparación a los alimentos naturales y se comercializan empaquetados o como comida rápida. Los ejemplos más comunes son las gaseosas o refrescos, dulces, frituras, pastelillos, hamburguesas o pizzas, entre otros.
Esta no es la primer medida que México toma para controlar el problema de la obesidad, en 2014 se aprobó un impuesto sobre las bebidas azucaradas y la comida chatarra.
Vía de acceso para otras amenazas
Oaxaca es el primer estado en tomar esta medida en México, que tiene una de las tasas más altas de obesidad infantil del mundo. Según Dolores Padierna Luna, vicepresidenta de la Cámara de Diputados, al prohibir la venta directa de alimentos y bebidas "chatarra" a menores de edad se "inició un cambio de fondo en la estrategia de salud que permitirá combatir la obesidad infantil y otras enfermedades que hoy son un lastre en el Sistema de Salud Pública".
Esto hace referencia a que la obesidad se vincula con un mayor riesgo de sufrir diabetes, hipertensión, niveles altos de colesterol o triglicéridos en sangre, ataques cardíacos, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovascular, cálculos biliares, daño hepático, apnea del sueño, fatiga, falta de atención, problemas óseos, musculares y articulares, e incluso ciertos tipos de cáncer.
Sobre estas consecuencias, por ejemplo, se puede apreciar un aumento en la tasa de mortalidad por diabetes en México, que desde 2013 creció más de un 30%, colocándose como la segunda causa de muerte (después de las enfermedades del corazón).
Otro aspecto que los expertos destacan es que, a diferencia de los alimentos azucarados sólidos, los refrescos no producen saciedad y esto tiende a estimular su consumo excesivo. Los mexicanos se encuentran entre los principales consumidores de gaseosas en el mundo, y se estiman que 6 de cada 10 muertes se atribuyen al consumo de bebidas azucaradas en adultos menores de 45 años.
Incluso la pandemia de enfermedad por coronavirus ha revelado cómo la mala salud de una población tiene graves consecuencias sobre su capacidad para resistir una enfermedad infecciosa. Actualmente, el número de muertes en México relacionadas con la COVID-19 superan los 50 000, solo por debajo de EE. UU. (más de 165 000) y Brasil (más de 100 000).
Consejos para prevenir el sobrepeso y la obesidad
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), también advirtió que la obesidad infantil en México es una emergencia de salud pública que requiere cambios inmediatos. Por ello, aconseja incorporar las siguientes medidas para combatirla:
- Cocinar y comer en familia: esto no solo favorece la incorporación de rutinas alimenticias saludables, sino que también permite fortalecer vínculos.
- Fomentar el consumo de agua, frutas y vegetales.
- Que los bebés reciban lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses de vida, y luego comenzar a complementarla con alimentos nutritivos.
- Evitar que niñas, niños y adolescentes pasen mucho tiempo frente a una pantalla. Es importante que padres y madres hagan ejercicio con ellos y otras actividades creativas que les permitan mantenerse en movimiento. Esto también reduce la exposición al constante flujo de publicidad engañosa sobre los productos procesados o comida chatarra.
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