¿Cubre tu seguro las vacunas para viajeros?
En 2017, cerca de 16 millones de estadounidenses viajaron a Europa. Unos 13 millones al Caribe y Latinoamérica, ocho millones a Asia y Medio Oriente, y alrededor de 400,000 a países africanos.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), tienen una herramienta, en donde puedes buscar el país al que viajarás, para conocer las recomendaciones de vacunación. También puedes tener información dependiendo del tipo de viaje: si visitarás otro país con niños, si tienes una condición crónica, o si realizarás un crucero.
Y no esperes al verano para hacerte esta pregunta.
Para casi todos los países se recomienda tener al día las vacunas de rutina, las de la hepatitis A, hepatitis B, y la de la rabia.
Para la mayoría de los países de África y Asia se requieren las vacunas de la fiebre amarilla, malaria y fiebre tifoidea.
Por qué estas enfermedades
Hepatitis A: aunque puedes contraerla en los Estados Unidos, los países en desarrollo suelen tener más brotes de esta infección viral que se trasmite a través de las manos de la persona infectada, y de alimentos y agua contaminada.
Hepatitis B: se trasmite a través de la sangre y los fluidos corporales. Aunque está presente aquí y en casi todas partes del mundo, es más frecuente en Asia, África, Latinoamérica y el Caribe. Se trasmite a través de las relaciones sexuales sin protección, y del uso de drogas intravenosas.
Rabia: esta vacuna es particularmente importante para viajeros que estarán en contacto con animales domésticos o salvajes, ya que la rabia se trasmite tan solo por entrar en contacto con la saliva de un animal infectado (muchas veces se cree que la persona solo se contagia por la mordida del animal rabioso).
Fiebre tifoidea: también aparece en todo el mundo, pero es más frecuente en los países del sur de Asia. Se trasmite a través de alimentos y agua contaminadas.
Fiebre amarilla: se trasmite a través de la picadura del mosquito portador y es prominente en Africa y en algunos países de Sudamérica.
Malaria: la causa un parásito que porta un mosquito. Al picar, el parásito viaja por el torrente sanguíneo hasta el hígado, desde donde explota la infección. Está presente an gran parte de los países de la franja tropical y subtropical del globo.
Cobertura
Si viajas por turismo, tu aseguradora no cubrirá casi ninguna de estas vacunas. El gasto de tu propio bolsillo variará dependiendo de si las recibes en una clínica privada especializada (conocidas como travel clinics, o clínicas para viajeros), o en una clínica para viajeros que esté administrada por un departamento de salud local.
Las vacunas en clínicas de viajeros privadas suelen ser un poco más costosas.
La pública es una buena opción. Por ejemplo, en California, el condado de Orange, ofrece a sus residentes vacunas para viajeros en el County Orange Health Care Agency, en donde cobran $17 por la visita, y las vacunas tienen un rango de precios desde $40.25 por la de la hepatitis A, hasta $284 por la de la rabia.
Un rango similar de precios tiene el Health District Center Clinic del condado de Miami-Dade, en Florida, que ofrece vacunas para viajeros.
En Nueva York, el Departamento de Salud tiene el mismo servicio, con clínicas específicas en donde se puede recibir la vacuna contra la fiebre amarilla (suele ser la más difícil de tener en stock).
Si tu viaje es por trabajo, tu empleador seguramente se hará cargo de este gasto.
Si trabajas para el gobierno federal, o para gobiernos locales, y viajas al extranjero, es probable que sea mandatorio recibir las vacunas apropiadas de acuerdo al país de destino.
En cualquier caso es importante que hagas tu propia investigación antes de viajar, porque hay enfermedades que son endémicas en algunas regiones (por ejemplo la polio en las zonas rurales del sur de la India), pero otras aparecen en formas de brotes (como la gripe aviar en países asiáticos, o la gripe porcina en México).
También es esencial que sepas con que anticipación debes ponerte las vacunas —algunas requieren de más de una dosis— para llegar al destino totalmente inmunizado (protegido).
Vacunarse no solo protege al individuo sino a la comunidad. El brote de sarampión que surgió en Disneylandia, California, en diciembre de 2014 —que se propagó en 14 estados y afectó a 102 personas— se originó a partir de un turista que portaba la infección, y que no había sido vacunado.
Fuentes: CDC, Departamentos de Salud de California, Nueva York y Florida.
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