¿Necesitas un seguro dental? Lo que necesitas saber

El seguro dental está concebido para cubrir los problemas más comunes en el cuidado de la boca y los dientes en varios niveles: desde una simple revisión y limpieza hasta una endodoncia, pasando por empastes y extracciones. No es obligatorio para la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA)  y funciona de manera independiente: se puede contratar sin necesidad de tener otro seguro previo.

Qué es el seguro dental

El seguro dental te ofrece cobertura para los problemas más comunes de los dientes y la boca, ya sea un tratamiento preventivo (revisión, limpieza, radiografías...), cuidados básicos (extracción de muelas, empastes...) u operaciones importantes (tales como las endodoncias o el tratamiento de las encías). 

 Si bien no es un requisito obligatorio para la ACA, disponer de un seguro dental es un buen complemento a tu cobertura sanitaria. No tienes más que pensar en la cantidad de problemas que se pueden generar en un espacio tan pequeño como es la boca: desde algo tan simple como el mal aliento hasta dolores en dientes, nervios y encías que pueden resultar muy molestos y suponer una alteración importante en las comidas, el trabajo, las horas de sueño... 

 Empastes, caries, gingivitis, muelas del juicio, endodoncia, dentadura postiza, blanqueamiento dental... La lista es larga y quizá una de las ventajas principales de un seguro dental es que te involucra en el tratamiento preventivo que, en última instancia, mejorará la salud de tus dientes y evitará problemas en el futuro. 

Una persona que no dispone de un seguro dental solamente acudirá al dentista cuando tenga un problema, que para entonces será un dolor o una enfermedad más desarrollados y exigirán además un servicio mucho más caro. 

En cambio, el tratamiento preventivo que conlleva tener un seguro dental puede evitar males mayores el día de mañana y suponer un ahorro importante. 

¿Sabías que la caries dental sigue siendo la enfermedad crónica dominante en niños y adultos, a pesar de que es fácil de prevenir? La Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición arrojó muchos datos reveladores, como por ejemplo que el 92 % de los adultos entre 20 y 64 años han sufrido caries en sus dientes permanentes.

Qué cubre el seguro dental

Existen diferentes niveles de cobertura en función de los servicios a realizar. Debes leer detenidamente las condiciones de tu póliza para asegurarte de que el servicio que buscas está reflejado en ella. Esto es especialmente importante en casos como las ortodoncias, los aparatos correctores y los servicios de carácter puramente estético. 

•  Tratamiento preventivo: El cuidado preventivo que requieren tus dientes (revisión, limpieza, servicio rutinario de rayos X...) está contemplado en la inmensa mayoría de planes de seguro dental. En función del plan y de la aseguradora de que se trate, el coste podrá estar cubierto en su totalidad o bien requerir un copago por tu parte.
• Cuidados básicos: Los más típicos son los empastes, las extracciones y el servicio no rutinario de rayos X, pero la lista completa depende de cada plan. Te recomendamos que leas detenidamente las condiciones de la póliza antes de contratarla. 
• Intervenciones importantes: Endodoncias, coronas y puentes, entre otros. Muchos seguros dentales no incluyen los aparatos correctores y la ortodoncia. Si esta es la razón por la que buscas un seguro dental, asegúrate bien de que la póliza recoge este tipo de servicios.

Por otro lado, no hay restricciones por edad. Existen seguros dentales para todos los miembros de la familia: niños, adultos y mayores de 65 años.

Diferencias entre seguro dental y plan dental de descuento

Debes tener claro que un seguro dental no tiene nada que ver los planes de descuento dental muy comunes. Estos últimos no son más que cupones de descuento para unos tratamientos concretos en unas clínicas determinadas. 

En cambio, el plan de seguro dental te ofrece la cobertura completa que tú y tu familia necesitáis, en función de vuestras necesidades, y os da acceso a una red de dentistas en todo el país. Los dentistas que pertenecen a la red cuidarán de tus dientes y te permitirán ahorrar dinero al hacerlo. Y si prefieres un dentista que no está en esa red, también es posible. Existen diferentes tipos de planes a disposición, como se explica a continuación.

Tipos de planes dentales

Existen tres tipos básicos de seguro dental, según el tratamiento que den a diferentes factores (mantener a tu dentista habitual, lista de servicios que ofrecen, flexibilidad, coste...):  

• Organización de medicina preventiva, también conocida como “sociedad de seguro médico” (HMO, por sus siglas en inglés).

 En este tipo de seguro, las primas son inferiores y no hay un máximo anual que el plan va a pagarte. A cambio, la red de dentistas disponibles es más restringida y existe una lista de copagos que deberás afrontar en las visitas y en tratamientos específicos.

• Organización de proveedores preferidos (PPO, por sus siglas en inglés)

Las primas son mayores que en el caso anterior y la prestación económica que recibes tiene un máximo anual. Cuenta con una amplia red de dentistas que han acordado ofrecer servicios con descuento y que te permitirán ahorrar dinero, y también ofrecen algunas prestaciones en el caso de que elijas un dentista de fuera de la red. El porcentaje cubierto por los PPO puede variar en función del servicio, de modo que el plan podría hacerse cargo del 100 % de una revisión rutinaria, pero solamente del 50 % si se tratase de un puente.  

• Plan dental de cargo por servicio

Estos planes de indemnización dental son los que te ofrecen un mayor grado de libertad. La prima que pagas es mayor, existe un máximo anual para la prestación recibida y un pequeño deducible. Estos planes no incluyen una red de dentistas asociados, así que puedes elegir al que quieras y siempre recibirás la misma prestación (aunque no verás los descuentos que ofrecen otros planes que sí cuentan con una red de especialistas). Al igual que en los PPO, la compañía aseguradora de los planes de cargo por servicio varía su porcentaje de participación en función del servicio de que se trate.