Deuda médica, la más perseguida por las agencias de cobro
La deuda médica es la primera razón por la que las agencias recolectoras contactan a los consumidores, según demuestra un nuevo estudio. Esta situación podría empeorar si los esfuerzos por cambiar o reemplazar la ley de salud avanzan y más personas se quedan sin seguro de salud.
Según el estudio de la Oficina Federal de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), el 59% de las personas contactadas por un cobrador de deudas dijo que había sido por facturas médicas impagas. La segunda razón fueron las cuentas vencidas de teléfono (37%), y los servicios públicos, la tercera (28%).
A diferencia de otros tipos de deuda, las personas con deuda médica fueron las más “perseguidas” a lo largo de toda la gama de niveles de ingresos, puntajes de crédito y edades.
Realizada entre diciembre de 2014 y marzo de 2015, la encuesta se enfocó en las experiencias de los consumidores con los cobradores de deudas durante el año anterior.
Que la cuenta médica sin pagar llegue a manos de una agencia de recolección puede ser un arma de doble filo.
"No es sólo que la gente puede volverse reacia a ir al médico por la deuda que pudiera adquirir", dijo Mark Rukavina, consultor de salud de Boston, cuyo trabajo se ha centrado en la asequibilidad y la deuda médica. "Podría también arruinar su crédito". Tener una cuenta médica en una agencia puede reducir sustancialmente el crédito de los consumidores, agregó.
¿Pueden los hospitales reportar deudas médicas?
La ley de salud requiere que los hospitales sin fines de lucro tomen varias medidas para conservar su estatus federal como entidades no comerciales, incluyendo el establecimiento de políticas de atención caritativa por escrito. Los hospitales deben determinar si los pacientes son elegibles en virtud de sus políticas y proporcionarles atención. También deben limitar la cantidad de pacientes sin seguro a los que les cobran y restringir las actividades agresivas de facturación y cobro.
Bajo estas reglas, los hospitales sin fines de lucro tienen prohibido iniciar "acciones extraordinarias de cobro" (como reportar a agencias de crédito, embargar salarios, colocar un gravamen sobre una propiedad o tomar acción legal) hasta 120 días después de enviarse el primer aviso de facturación.
Aunque la regla no se aplica a los hospitales con fines de lucro, la regulación introdujo un estándar federal para informar la deuda médica, dijo Rukavina.
La proporción de familias que dijeron tener problemas para pagar sus facturas médicas disminuyó hacia septiembre de 2013, antes de que los mercados de seguros de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) abrieran en 2014 y marzo de 2015, según un análisis del Urban Institute.
El estudio encontró que el porcentaje de familias que tuvieron problemas para pagar facturas médicas disminuyó de 22% en 2013 a 17.3% en 2015. Según el análisis, estar sin seguro, tener un ingreso bajo y matricularse en un plan con un deducible alto aumentaron las probabilidades de tener problemas para pagar los gastos médicos.
Sin seguro médico, más deudas
Los republicanos se han comprometido a seguir adelante con los planes para derogar la actual ley de salud (ACA), pero como no tienen suficientes votos en el Senado para obtener una derogación total, se están centrando inicialmente en las disposiciones específicas que pueden deshacerse por una simple mayoría de votos durante el proceso presupuestario.
La Oficina de Presupuesto del Congreso, que es no partidista, informó hace pocos días que bajo un plan republicano presentado el año pasado para derogar parcialmente la ley, 18 millones de personas quedarían sin seguro médico en el primer año, llegando a 32 millones en 2026.
"Debido a que más personas no estarían aseguradas, quedarían expuestas a pagar el costo total de su atención y muy probablemente se vería a más personas con deudas médicas", dijo Sara Collins, vicepresidenta de acceso y cobertura de atención médica en el Commonwealth Fund, cuyas encuestas bienales de seguros examinan cuestiones de deuda médica y sub asegurados.
Si eso ocurre, las protecciones al consumidor podrían ser aún más importantes. Antes de que se aprobara la ley de salud en 2010, algunos estados aprobaron leyes de precios justos que generalmente restringían la cantidad de dinero que los hospitales podían cobrarles a los pacientes sin seguro médico, que no debía superar lo que pagarían aseguradoras públicas y privadas. Por regla general, la ley también exigía que los hospitales proporcionaran atención gratuita a los pacientes sin seguro de bajos ingresos.
Las leyes a menudo se iniciaron en respuesta a la agresiva facturación y a las prácticas de recaudación de los hospitales, que cobran a los pacientes no asegurados tasas mucho más altas que las que pagan los pacientes con cobertura, quienes se benefician de los descuentos negociados por sus planes de salud.
La ley de salud se basó en elementos de las leyes estatales de precios justos, y el senador Chuck Grassley (republicano por Iowa) fue clave en la adición de esas disposiciones, de acuerdo con Rukavina. Por eso, pueden llegar a mantenerse y sobrevivir al reemplazo republicano de la ley.
Típicamente, las leyes estatales de precios justos reducen la suma que pagan los pacientes sin seguro en un 25 al 30%, según un estudio reciente.
Desde que se aprobó la Ley de Cuidado de Salud Asequible no ha habido mucha actividad nueva a nivel estatal sobre estas leyes, pero eso podría cambiar.
"En un mundo ideal, estas leyes serían redundantes o innecesarias", dijo Benedic Ippolito, investigador del American Enterprise Institute, y coautor del estudio. "Este tipo de legislación parece ser un poco más relevante ahora de lo que pensamos que sería".
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