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Seguro de vida universal: cómo funciona y por qué te interesa

Publicado - Por HolaDoctor

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Si estás buscando un seguro de vida, debes saber que hay varios tipos y que cada uno de conviene más en unas circunstancias que en otras. Si quieres un seguro para un tiempo concreto, lo más adecuado es un seguro a término o plazo fijo. En cambio, si lo que buscas es un seguro que te acompañe toda la vida, lo mejor es que optes por un seguro de vida permanente

Dentro de los seguros permanentes, los hay más tradicionales y rígidos y otros que ofrecen más flexibilidad. Si lo que te interesa es tener una póliza que se ajuste a tus necesidades en lugar de ajustarte tú a las suyas, lo que te conviene es un seguro de vida permanente universal. En este artículo te explicamos qué son y cómo funcionan los seguros de vida universales.

Seguros de vida permanente: Qué vas a encontrar en este artículo

Qué es un seguro de vida permanente universal

Los seguros de vida permanentes son productos que se contratan con la intención de que acompañen durante mucho tiempo la vida del asegurado. Las compañías de seguros cuentan con que la esperanza de vida media es muy larga en los países desarrollados, con lo que diseñan pólizas pensadas para ser pagadas a lo largo de muchos años, e indemnizaciones elevadas que serán entregadas a las personas o instituciones que designe el asegurado cuando este fallezca.

Dentro de estos seguros permanentes hay diferentes tipos. En general, todos tienen un funcionamiento básico similar, pero se diferencian en el grado de flexibilidad y en la capacidad del asegurado para modificar su funcionamiento.

Los seguros permanentes más clásicos son los denominados seguro de vida total o seguro tradicional. Son aquellos en que primas e indemnización se mantienen nivelados todo el tiempo, de forma que apenas hay alteraciones y el seguro muestra un comportamiento predecible y estable.

Si el asegurado quiere tener más control sobre su dinero y arriesgar un poco más, puede optar por el seguro de vida variable. En este caso, una parte del dinero de las primas se dedica a la inversión en productos de renta variable, lo que supone que parte de la indemnización final fluctúa con los beneficios o pérdidas de esas inversiones.

Y por último están los seguros de vida universales (y la combinación de universal y variable). En un seguro de tipo universal, tendrás muchas opciones que podrás configurar a tu gusto y en función de tus necesidades. Lo más importante es que podrás modificar los pagos de primas mensuales para adaptarlos a tu situación económica. De esa forma, si necesitas pagar menos durante un tiempo porque te hace falta tu dinero para otro fin, podrás modular las primas y pagar una cantidad menor. Incluso en algunos casos podrás suspender completamente el pago durante un tiempo.

Como es lógico, las variaciones en las primas pueden alterar el valor de la póliza, es decir, la indemnización final. Por tanto, es importante que conozcas con detalle el modo de funcionar de estos seguros universales.

Además de esta posibilidad de modificar las primas, el seguro variable permite también modificar el denominado beneficio por causa de muerte o indemnización. De esta forma, el coste del seguro también varía en función del importe de esa indemnización final.

Para permitir esta flexibilidad, el seguro de vida universal cuenta con un instrumento de inversión que puede ser una cuenta de ahorro que genera intereses garantizados. Ese dinero es el que la compañía utiliza para cubrir los momentos en que se reducen los pagos de primas. En la modalidad de seguro universal variable, estas cuentas pueden ser de inversión en productos financieros de renta variable.

Cómo funciona el seguro de vida universal

Dado que la flexibilidad puede ser a veces sinónimo de complejidad, es importante que conozcas con detalle el funcionamiento de estos seguros de vida universales. Tienen varios elementos comunes a otros seguros permanentes, pero las diferencias son notables en algunos casos. Estos son sus principales componentes y sus particularidades:

  • Calificación. Como en cualquier seguro de vida permanente, la aseguradora te pedirá que pases por un proceso de calificación en el que deberás demostrar tu estado de salud y cuáles son tus hábitos de vida. Además, tu edad es importante: cuanto más joven seas, más fácil será que califiques para obtener el seguro.

    En el proceso de calificación es muy importante ser sincero responder con honestidad a las preguntas que haga la aseguradora. Uno de los mayores errores que se cometen al contratar un seguro de vida es ocultar información, porque si después la compañía lo descubre, puede anular la póliza. No niegues ningún dato y sométete a todas la pruebas que te pidan, que pueden incluir análisis de sangre, radiografías y otros exámenes.
  • Indemnización. La indemnización o beneficio por causa de muerte es el dinero que cobrarán tus beneficiarios si falleces. Es importante que sepas que es un dinero libre de impuestos. Recuerda que si alcanzas los 95 ó 100 años, la póliza podría alcanzar lo que se denomina madurez y tú cobrarías directamente la indemnización aunque no hayas fallecido.
    En el caso de los seguros universales, el monto de la indemnización puede ser ajustado a medida que lo necesites. Si prefieres pagar primas más bajas, puedes hacerlo reduciendo el beneficio por causa de muerte. Y si aumentas la indemnización, tus primas mensuales pueden aumentar. Te puede interesar una reducción del beneficio si tu vida ya está resuelta y también la de tus hijos o sucesores. Así, puedes pedir que se reduzca la indemnización y pagarás primas más bajas.
  • Beneficiarios. Son las personas o instituciones que cobrarán la indemnización si falleces (salvo que la cobres tú por madurez de la póliza). Siempre podrás cambiarlos y determinar beneficiarios alternativos que cobren si los originales fallecen: se puede designar hasta beneficiarios terciarios, los terceros en el orden de acceso al dinero. La elección de los beneficiarios de un seguro de vida es algo importante y no debe hacerse de forma poco planificada. Muchas personas nombran beneficiario a un fondo fideicomiso que gestiona el dinero según sus instrucciones. Otras prefieren que el dinero pase a formar parte de su herencia. Si eliges esta última opción, debes saber que las herencias pasan por complejos procesos de legalización que pueden retrasar mucho la entrega del dinero a tus herederos. En todo caso, es recuerda siempre advertir a tus beneficiarios de su condición para que puedan reclamar el cobro si falleces.
  • Primas. La flexibilidad en las primas es la gran ventaja del seguro de vida universal. Puedes elegir pagar un mínimo mensual cuando te convenga, o paralizar tus pagos durante un lapso concreto en que no puedas hacer frente al coste. O, por el contrario, pagar todo lo que el contrato permita y así redimir primas futuras y tener periodos en los que no necesites pagar. Esta capacidad de elección es una gran comodidad, porque te ayuda a superar momentos de dificultades económicas.
    Los seguros universales permiten esta flexibilidad de las cuotas porque desplazan una parte del riesgo que asumen al propio asegurado: si se reduce el pago de primas, también se reduce la indemnización. Incluso puede darse el caso de que la póliza caduque si no hay suficiente valor en efectivo para cubrir el seguro y los gastos que genera el mantenimiento de la propia póliza.
  • Instrumento de ahorro. Los seguros de vida permanentes cuentan con mecanismos de ahorro o inversión. Toman una parte del dinero que pagas con las primas y lo colocan en cuentas que ahorran y generan intereses, o en cuentas de inversión y generan intereses de forma garantizada. También pueden utilizar cuentas de inversión y tú mismo puedes decidir en qué productos se invierte tu dinero. En el caso de los seguros universales, este apartado se vuelve muy relevante, porque la flexibilidad de primas e indemnización también está vinculada al ahorro que genera el seguro, que se va acumulando en forma de valor en efectivo.
  • Valor en efectivo. Como todos los seguros permanentes, la modalidad universal también acumula el llamado valor en efectivo. Se trata de una cantidad que se va generando con el pago de las primas. En los primeros años de vida del seguro, mientras eres joven, pagas más de lo que cuesta asegurar tu riesgo. De ese sobreprecio sale el dinero que la compañía invierte para generar ahorro. Poco a poco, esa cantidad se va acumulando. Una parte engrosará el beneficio por causa de muerte, pero todavía habrá un excedente que, en un momento dado, es obligatorio que pase a disposición del asegurado. Este puede utilizarlo para redimir primas futuras o para lo que prefiera. Además, se pueden pedir préstamos contra el monto futuro del valor en efectivo. Estos préstamos se ofrecen a muy bajo interés, pero es necesario devolverlos. Si no, la aseguradora utilizará parte de la indemnización para cubrirlos. Es más, si te llevas una cantidad que supere el valor de la póliza, esta podría quedar anulada.

    En el caso de los seguros de vida universales, ten en cuenta que si decides suspender o reducir el pago de las primas, la compañía tomará dinero del valor en efectivo para cubrir lo que no pagas. Por tanto, asegúrate de qué cantidad de valor en efectivo mantienes, porque si cae a cero, la aseguradora podría anular tu póliza. En esta modalidad de seguros, también se puede utilizar para tomar prestado. Si usas tu valor en efectivo para un préstamo, asegúrate de que lo devuelves: de lo contrario, la indemnización final podría reducirse notablemente. Es más, si te llevas una cantidad que supere el valor de la póliza, esta podría quedar anulada.

    Por último, recuerda que tus beneficiarios no recibirán nada del valor en efectivo, solo la indemnización, con lo que es importante que gestiones ese dinero. Si no, la compañía se quedará con cualquier valor en efectivo que no hayas cobrado en el momento de fallecer.

Estos son los principales componentes de un seguro universal. Como ves, es un producto atractivo por su flexibilidad y por la capacidad de configuración que te ofrece, y también es un tipo de seguro que requiere de tu atención para no descuidarte y perder coberturas o garantías.

A veces, para evitar esos problemas de vencimiento o nulidad de las pólizas, los seguros universales incluyen una cláusula de garantía secundaria, o beneficio de primas de seguro sin vencimiento. Con esta opción, incluso aunque el valor en efectivo caiga a cero, se evita que la póliza venza. Es una cláusula útil para cubrir cualquier riesgo alternativo, pero supone una cantidad fija adicional que hay que pagar, además de las primas habituales.

Los seguros permanentes, además, suelen incluir otras cláusulas que modifican su funcionamiento básico. En general, estas primas encarecen el seguro, pero aportan otras ventajas. Las cláusulas más frecuentesson estas:

  • Cláusula por muerte accidental. Si mueres en un accidente, tus beneficiarios reciben una cantidad extra en la indemnización.
  • Cláusula de muerte acelerada. Si sufres una enfermedad grave y te dan una esperanza de vida de menos de un año, puedes pedir el beneficio y cobrarlo.
  • Cláusula de exención de pago en situaciones de discapacidad. Si sufres una discapacidad que te impide generar ingresos, esta cláusula te libera de pagar las primas.

Con estas nociones fundamentales sobre el funcionamiento de un seguro universal, ya puedes elegir mejor un seguro universal. Pero debes saber antes qué formatos básicos te ofrecerán las compañías.

Tipos de seguro permanente universal

A la hora de elegir un seguro de este tipo, hay varias posibilidades. Los diferentes grados de flexibilidad en la configuración determinan la división fundamental en tres tipos de seguros permanentes universales:

  • Seguro universal de prima única.

El más básico –y hoy en día menos utilizado- es el llamado de prima única. Se trata de un seguro que se paga a través de una única prima inicial que sirve para costear la cobertura y las contribuciones requeridas para generar el valor en efectivo. En muchos casos, permiten hacer contribuciones posteriores al valor en efectivo de la póliza. Esta opción es interesante si dispones de una cantidad importante de dinero y quieres colocarla en un producto no muy complejo, que te produzca ahorros seguros y que a largo plazo te proporcione un dinero extra. Con este tipo de pólizas, al entregar todo el dinero de una vez, el valor en efectivo se genera muy rápido y el ahorro se produce fácilmente.

  • Seguro universal de prima fija

En este caso, se marcan pagos periódicos de primas que no se pueden modificar. Los pagos se pueden programar para ser hechos durante un tiempo concreto y terminar así de pagar rápidamente la póliza. En otras ocasiones, se fijan para toda la vida de la póliza. En todo caso, hay una garantía de no interrupción de la póliza, con lo que se mantiene en vigor aunque falten pagos.

  • Seguro universal de prima flexible.  

La tercera modalidad te permite variar las primas dentro de unos márgenes. Siempre puedes hacer modificaciones en lo que pagas con las primas, pero recuerda que es importante que acumules valor en efectivo. Si dejas de hacerlo y el valor en efectivo no es suficiente para pagar el coste del seguro que no están cubriendo tus primas, podrías ver cómo la póliza pierde su vigencia.

Sobre estas bases, las compañías de seguros hacen modificaciones particulares que matizan y enriquecen los seguros universales. Pero, en esencia, estos son los tipos y características de que existen.

Ventajas y desventajas de contratar un seguro universal

Ahora que sabes cómo funcionan y cuántos tipos hay, debes saber qué ventajas te ofrece un seguro de vida universal. Son estas:

  • Pago flexible. La posibilidad de pagar más o menos en función de tus necesidades es quizá la ventaja más importante del seguro universal. Y, mientras tu seguro conserve valor en efectivo, tu cobertura está garantizada aunque estés pagando el mínimo o, incluso, nada. El valor en efectivo se puede utilizar también para ir amortizando primas, pero siempre teniendo precaución de no agotarlo o hacer que caiga por debajo de un cierto límite, porque se podría provocar la caducidad del seguro. Si te interesa ahorrar bastante, es aconsejable que pagues primas más altas cuando todavía eres joven. De esa forma, el valor en efectivo crecerá más rápido y lo tendrás disponible antes. Además, así podrás reducir las primas cuando seas mayor y quieras disponer de tu dinero para otros fines.
  • Intereses garantizados. Este tipo de seguros universales utilizan cuentas de ahorro que garantizan un interés mínimo que nunca cae de un determinado nivel. Por tanto, son instrumentos muy valiosos para ahorrar y muchas personas los contratan con ese fin.
  • Opciones en el beneficio por causa de muerte. La flexibilidad del seguro universal te permite tener opciones diferentes a la hora de determinar cómo será la indemnización de tu seguro. Podrás elegir un beneficio por causa de muerte nivelado o creciente. En el primer caso, la indemnización será siempre la estipulada en el valor nominal de la póliza. En la segunda opción, la creciente o incremental, tus beneficiarios recibirán una indemnización que será el valor nominal de la póliza más el valor de la cuenta de ahorro. Naturalmente, cada una de estas opciones modifica el coste de las primas.
  • Indemnización ajustable. Además, podrás ajustar la cantidad que se pagará en concepto de beneficio por causa de muerte, siempre dentro de unos límites. Por ejemplo, si tu situación económica mejora y crees que no necesitarás una indemnización tan alta, puedes pedir que se reduzca, lo que supondrá también bajadas en las primas .Esta es una opción a la que se acogen muchos asegurados cuyas vidas ya están resueltas y no tienen personas dependientes de ellos.

    En cambio, si quieres una cobertura mayor, es posible que la compañía te pida un nuevo proceso de calificación con nuevos exámenes médicos.

En el lado de las desventajas podemos mencionar:

  • El valor en añadido no está garantizado, porque puedes haberlo gastado en amortizar primas o hacerte préstamos. Esto puede hacer que tu valor en añadido baje rápidamente, pero después no siempre se recupera igual de rápido. Si has modificado a la baja las primas, tardarás mucho más en recuperarlo. Por tanto, ten siempre en cuenta estos equilibrios para que tu seguro se mantenga en vigor y para que siga acumulando valor en efectivo.
  • Responsabilidad. Los seguros universales te permiten tomar muchas decisiones, pero eso requiere conocimiento, información y responsabilidad. Es muy atractivo poder saltarse alguna prima cuando conviene, pero es necesario tener la disciplina de volver a pagar, porque, de lo contrario, puedes poner el seguro en peligro.
  • Complejidad. Estas pólizas son más complicadas en su funcionamiento que, por ejemplo, las de vida completa. Por eso, también resultan más baratas las primas. Esta complejidad también dificulta a veces la comprensión de los mecanismos del seguro y puede producir frustraciones si el ahorro no es el esperado. Infórmate adecuadamente cuando vayas a suscribir tu seguro.
  • Impuestos. Si cuando falleces queda un préstamo por devolver, además de ser cubierto con parte de tu indemnización, podría estar sujeto a impuestos. Y si cancelas la póliza, los ingresos que recibas con tu valor añadido también pagarán impuestos normales (en caso de acceder al valor añadido de forma normal, los impuestos son diferidos).
  • Gastos. Los seguros también implican gastos y costes fijos. Algunos habituales son los costes administrativos, las comisiones o el coste extra por rescatar la póliza.

Ahora ya sabes cómo funciona y cuáles son las características y ventajas de un seguro permanente universal. Si estás pensando en contratar un seguro de vida, valora esta opción como una de las más atractivas y rentables y también como una de las que más control te ofrece para decidir qué hacer con tu dinero. Y recuerda que, antes de contratar tu póliza, es conveniente que pidas varias cotizaciones y hables con un agente de seguros experto para que te explique cada detalle del seguro.

Este artículo ha sido actualizado el 24 de julio de 2018.


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