La mitad de los estadounidenses practica sexting
La práctica ya no es exclusiva de jóvenes o adolescentes, los adultos desde mediana edad en adelante también han caído en la trampa de enviar y recibir mensajes sexuales explícitos. Así lo determina un sondeo reciente, donde se halló que esta costumbre ya alcanza a la mitad de las personas adultas del país.
Hace algún tiempo, podría haber sonado raro que los matrimonios o parejas de más de 30 años utilizaran el sexting para comunicar sus propósitos sexuales. La tecnología ha puesto en manos de las personas más y más herramientas que los llevan a transgredir los límites tradicionales de la seducción.
La tecnología actual facilita (y multiplica) las oportunidades para el romance, tanto dentro como fuera de los límites del matrimonio tradicional. Y una nueva encuesta de la empresa de seguridad McAfee muestra que el 49% de los usuarios adultos de smartphones participan en el sexting.
Además de utilizarlo para trabajar, estar comunicado y chatear, la mitad de los usuarios utiliza sus dispositivos inteligentes para enviar o recibir contenido sexual en la pantalla, incluyendo mensajes "hot”, fotos explícitas o videos, tanto a través del correo electrónico como en las redes sociales.
Muchas de esas personas comparten "información privada acerca de sus vidas, incluyendo las de carácter íntimo, como fotos de desnudos y sexts”, dijo Robert Siciliano, el experto de la compañía que lideró el sondeo.
Los jóvenes siguen siendo los más propensos al sexting. McAfee descubrió que los que tienen entre 18 y 24 años fueron los que más lo utilizaban, con una participación activa del 70%. En cuanto al género, los hombres también fueron significativamente activos: lo practica un 61%, mientras que en las mujeres, alcanza un 48%.
Un estudio de 2012 también monitoreó como se extiende el sexting entre los jóvenes, una costumbre que crece. La conclusión es que 1 de cada 7 estudiantes de Los Ángeles utiliza su smartphone para enviar o recibir mensajes de texto sexualmente explícitos, según concluyeron los investigadores de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles.
A los médicos les preocupa que la costumbre lleve a una práctica de sexo menos seguro, además se sabe que deja expuestos a los menores a ver esos mensajes o imágenes sexuales, una experiencia para la que no están preparados.
Mientras tanto, a la empresa McAfee le preocupa el alcance de esta tendencia, que puede tener consecuencias indeseadas en cuanto a privacidad, seguridad y derechos de las personas. "Al compartir demasiado, se corre el riesgo de que su información tome estado público sin su conocimiento, lo que representa una amenaza para su privacidad e identidad" declaró Siciliano.
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